Llega el momento de poner punto y final al periodo navideño que, como cada año, ha venido acompañado de numerosos eventos donde la comida ha sido el principal protagonista. Es el momento de volver a la rutina, poner fin a los excesos y hacer frente a la temida báscula.
“Año nuevo, vida nueva”, es la frase más pronunciada en estos días cargados de promesas y buenos propósitos. Deporte, dieta y hábitos saludables encabezan la lista de nuevos proyectos con los que empezar el año. Es en este sentido, donde cabe destacar la importancia de buscar el equilibrio y adquirir buenas prácticas que te ayudarán en la vuelta a la rutina.
1- Desayuno, la comida más fuerte: es importante comenzar el día aportando al cuerpo los nutrientes necesarios para empezar la jornada con vitalidad. Además, facilita a que el metabolismo queme las calorías más rápidamente durante el resto del día. Deja a un lado la bollería e incluye fruta en tus desayunos.
2- Come 5 veces al día: es aconsejable hacer 5 comidas al día en porciones más pequeñas: tres principales y dos más ligeras. Es la mejor manera de mantener el metabolismo activo y mantenerse saciado.
3- Reduce el azúcar: reducir el consumo de calorías y azúcares es básico si se quiere recuperar la figura. Yummy Sweets, las primeras golosinas saludables, bajas en calorías y 0% azúcares y grasas, son de gran ayuda para llevar una dieta equilibrada.
4- Bebe mucha agua: es muy importante no solo para mantenerse hidratado, sino también, para eliminar toxinas. Lo recomendable es beber, al menos, 2 litros de agua al día. Un truco para conseguir este objetivo es beber infusiones, perfectas además para combatir la retención de líquidos.
5- Retoma la actividad física: Realizar deporte es otra de las bases imprescindibles para mantenerse en forma, activar el metabolismo, mover el cuerpo y evitar el sedentarismo. Puedes empezar por salir a caminar a paso ligero durante una hora o correr 20 minutos.
6- La importancia del descanso: No descansar suficientes horas afecta al bienestar físico y mental. Se recomienda dormir, al menos, 8 horas diarias para que el cuerpo descanse y se recupere del trabajo diario.
