Alimenthia alerta sobre el uso de apps como Yuka y el caos en el que hunden al consumidor

Alimenthia, app que nace con el objetivo de ayudar a realizar la compra a personas con intolerancias alimentarias o que siguen algún tipo de dieta, alerta a los consumidores sobre la el uso de algunas apps de escaneo de alimentos ya que, según la empresa, muchas de ellas no se sustentan sobre bases científicas.
 
El principal problema se encuentra en la calidad de la base de datos que utiliza la mayoría de estas apps de escaneo y en la información que transmiten al usuario”, explican Quim Sanchez y Felix Ribera, fundadores de Alimenthia.
 
Por ejemplo, Yuka, que dice contar con 10 millones de usuarios, puntúa los productos de 0 a 100 calificándolos como buenos (verde), mediocres (naranja) y malos (rojo). Para otorgar dicha puntuación se basan en un 60% en la calidad nutricional, en un 30% en la presencia de aditivos y en un 10% en el origen ecológico del producto. El problema está, señalan desde Alimenthia, en que estos criterios no se sustentan en estudios científicos, son totalmente subjetivos y basados en lo que un equipo de personas ha creído oportuno.
 
Luego está el asunto de puntuar si el producto es ecológico o no, algo que tiene mayor impacto en el medio ambiente y la sostenibilidad que en la propia salud. Un producto puede ser ecológico y nutricionalmente no considerarse saludable, y ahí es donde se puede empezar a generar la confusión en los consumidores. De manera que el consumidor que no dispone de la formación ni de la información necesaria, ya está sumido en el caos. “Para empezar -aclaran desde Alimenthia- hay que diferenciar en cuanto a términos nutricionales: no es lo mismo procesado, bajo en calorías o azúcares, light, sin gluten y un largo etcétera. Partiendo de esta base, un mismo producto puede ser beneficioso para una persona y perjudicial para otra, sin entrar en las que padecen alergias o intolerancias alimentarias o quieren seguir alguna dieta”.

El funcionamiento de estas apps es muy sencillo: acercar el móvil al código de barras de un producto es suficiente para conocer la calidad nutricional de un alimento. Pueden ser muy útiles a la hora de elaborar un menú saludable o adaptado a las propias necesidades alimentarias, aunque el problema está en que el consumidor, por lo general, tiene un lío monumental en cuanto a conceptos nutricionales y recibe mensajes contradictorios de publicistas, fabricantes y también de dichas apps, según recalcan desde Alimenthia.
 
La preocupación por lo que comemos y por llevar un estilo de vida saludable ha propiciado la proliferación de estas apps y en manos del usuario está informarse y saber elegir la que le puede ser de ayuda. Para Alimenthia, primero es fundamental conocer el perfil y necesidades alimenticias de cada uno. Después, elegir una app que responda a criterios científicos y objetivos.