Según Pedro Ballesteros, Master of Wine responsable de la selección, “el ejemplo de López lo han seguido de cerca otros productores, tanto grandes como pequeños. Su capacidad de influir en todo el mercado riojano, y su apertura a la innovación, son activos clave para el presente y futuro”.
Tal y como se cita en la publicación, sus principios y mayores logros se basan en introducir mejoras de forma gradual pero manteniendo siempre el carácter de las marcas de referencia de la bodega, Viña Pomal y La Vicalanda; en el desarrollo y la creación de vinos monovarietales únicos y, por último, en experimentar con vinos y métodos de cultivo, sin miedo y aprendiendo de cada momento.
“Él ha sido ni más ni menos el responsable de crear un excelente vino a base de garnacha sin sulfitos o de elaborar un increíble orange wine” añade Ballesteros. Sin duda, Alejandro vino para hacer algo grande y eso es lo que está consiguiendo en la centenaria bodega riojana. Un ejemplo a seguir, y ahora además reconocido por una de las publicaciones más prestigiosas del mundo.
Acerca de Bodegas Bilbaínas
Asentadas en el mítico enclave del Barrio de la Estación de Haro desde hace más de un siglo, Bodegas Bilbaínas se mantiene fiel a los principios de una tradición compatible con una constante innovación de sus procesos y productos, reflejados en los últimos lanzamientos al mercado. Siempre bajo los criterios de calidad y excelencia enológica que se han visto reconocidos públicamente con un amplio listado de galardones a lo largo de este último año.
Con el registro embotellador más antiguo de la Denominación de Origen Rioja, la firma es propietaria de la mayor masa de viñedo de La Rioja en Haro, mantiene el concepto de ‘chateau’ con que fue concebida desde su fundación para garantizar el control de la uva y reducir los tiempos en su recogida, y presume de contar con la mayor superficie de calados subterráneos excavados a mano y construidos en piedra de sillería.
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