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La suscripción y los servicios de entrega a domicilio, unidos para satisfacer las necesidades del consumidor

Jérôme Traisnel, CEO y co-fundador de SlimPay

Por Jérôme Traisnel, CEO y co-fundador de SlimPay

La suscripción a un producto y los servicios de entrega a domicilio están hoy en día íntimamente ligados. El interés generado en torno a esta fórmula reside en la propia entrega, ya que el producto o los productos los elige el usuario y es el comerciante el que se encarga de todo lo demás. El consumidor final tan solo se tiene que asegurar de recibir en casa la mercancía seleccionada puntualmente, sin embargo, no todas las ofertas de suscripción y entrega que operan en el mercado ofrecen lo mismo ni satisfacen las mismas necesidades.
 
¿Cuáles son los distintos tipos de servicio que existen dentro de este modelo de negocio en auge? A continuación te explicamos los tres más destacados:
 
Cajas temáticas para vivir una experiencia única
La mayoría de la gente cuando tiene que conceptualizar suscripción y entrega a domicilio como un todo, instintivamente piensa en las cajas temáticas de entrega mensual a las que muchos usuarios están suscritos. Cajas de todo tipo, belleza (Guapabox), merchandising de videojuegos y series (ZBOX) o literarias (Bookish), que van en aumento.
 
De cara al consumidor, el beneficio principal es el hecho de vivir una experiencia en sí. Estas cajas están asociadas con el placer, el bienestar e incluso la cultura, y además prometen nuevos productos y nuevas marcas para sorprender al usuario. Y es así donde reside la clave de su éxito precisamente, en el llamado ‘efecto WOW’. 
 
Los primeros meses es fácil satisfacer y sorprender al suscriptor con nuevos hallazgos, pero a la larga ese efecto se va complicando. ¿Cómo asegurarse de renovar lo suficiente para fidelizar a los clientes y que siempre tengan ganas de recibir su caja para descubrir nuevos productos? En este caso, la asociación con una marca potente es esencial para ofrecer artículos excepcionales, pero también con nuevas marcas para posicionar la caja como una herramienta para sorprender y enganchar al consumidor.
 
Pero hay otro factor de gran importancia: el packaging. El envase donde vienen los productos forma parte de la propia experiencia del cliente, que no solo valora el diseño si no también que sus productos lleguen en perfecto estado. Además, la ansiada espera del usuario se puede reforzar con algunos avances compartidos en las redes sociales y adaptando el contenido de la caja a momentos puntuales como la Navidad o las vacaciones de verano. 
 
Adiós a las compras diarias
Otra tendencia en auge dentro de este tipo de servicios es la entrega de bienes de consumo, como alimentos para mascotas, pañales, lentes de contacto o garrafas de agua. El beneficio más relevante para el consumidor es sin duda el ahorro de tiempo y la practicidad.
 
Hoy en día encontrar la forma de repartir nuestro tiempo entre trabajo, familia, ocio y otras aficiones es todo un logro, motivo por el cual es tan importante encontrar una solución que nos permita deshacernos de las tareas menos apetecibles. Pues bien, estas suscripciones responden precisamente a esa necesidad, permitiéndonos ahorrar tiempo en compras repetitivas y cuya experiencia es poco interesante.
 
En este tipo de servicio la clave del éxito es la entrega puntual y la reposición perfecta de artículos. Una entrega tardía o la falta de stock no son aceptables, ya que si el objetivo principal del cliente es optimizar su tiempo éste debe poder confiar plenamente en la marca. De hecho, el objetivo final de la marca debería ser conseguir que el suscriptor se olvide de esta suscripción y que la mercancía llegue a su destino puntual y correctamente. Pero además, el consumidor debe poder ajustar su suscripción adecuándose a sus circunstancias y necesidades: por ejemplo si necesita menos pañales porque su hijo ya es más mayor o necesita aumentar la cantidad de garrafas de agua que recibe. 
 
El híbrido perfecto: la cesta de alimentos
La suscripción a una cesta de alimentos semanal es la combinación perfecta entre los dos primeros conceptos. Por un lado, el final de la ,a veces, ardua tarea de comprar en un supermercado lleno de gente para pensar qué producto elegir, y por otro lado la posibilidad de descubrir productos de buena calidad, a veces orgánicos. El ahorro de tiempo, la practicidad, el reabastecimiento, el respeto de las fechas de entrega, así como el efecto sorpresa, la originalidad y la calidad; todos estos criterios son importantes a la hora de elegir este modelo de negocio. 
 
Sin duda alguna, el auge de la suscripción a servicios de entrega a domicilio es parte de una tendencia cada día más grande: el fin de la industria y la llegada de una economía de servicios. Sin embargo, uno de los principales desafíos a los que se enfrentan las compañías que se han unido a esta moda, es garantizar la viabilidad de su modelo teniendo en cuenta el coste. ¿Cómo incluir o no el precio de la entrega en el precio de los productos ofrecidos al consumidor? ¿A qué umbral llegar para obtener una rentabilidad de su actividad? Si hay algo 100% seguro en todo esto, es que hoy en día hasta los productos son considerados servicios, y la confianza en la marca es imprescindible para el consumidor.