El sector industrial sigue padeciendo los efectos del corte en la cadena de suministros. La falta de materias primas y semiconductores o chips es una de las muchas consecuencias que trajo consigo la pandemia de covid-19 y está afectando la producción de los fabricantes de tecnología.
Crecimiento del 5% anual del sector hasta 2024
Pese a estos contratiempos, el mercado de la automatización industrial experimentará un crecimiento continuo durante los próximos años, según el informe elaborado por Absolute Reports. El pronóstico es que el sector aumente un 5% cada año en el periodo que va de 2021 a 2024 debido, principalmente, a la mayor competitividad por el uso de la tecnología automatizada y el aumento del margen de ganancia por la disminución del elemento humano en la industria. “Las empresas saben perfectamente que la automatización es un proceso clave para seguir siendo eficientes y competitivas, por lo tanto, tienen claro que no pueden dar un paso atrás en ese aspecto”, añade Alfredo Palacios, gerente de ventas en Electromatic Palacios.
Electromatic Palacios lleva más de 50 años dando servicio de automatización a las compañías riojanas y lo seguirá haciendo, aunque deba sortear o mitigar en parte la crisis de suministros, que se notará por la escasez y consiguiente encarecimiento de las materias primas que se utilizan para la fabricación.
“Eso implica que los productos finales sean más caros, lo que es un problema para nosotros y para el cliente. Pero es que en muchas ocasiones no conseguimos que nos entreguen el material, pues cuando el precio supera determinado nivel, al fabricante no le interesa producir, y ya ni te lo vende”, señala Palacios.
Esa escasez de materias primas, el atasco en los puertos y el alto nivel de demanda del cliente están originando que la entrega del producto final al consumidor se esté demorando más de la cuenta.
Por otro lado, está la grave crisis de los semiconductores que está afectando a prácticamente todos los sectores industriales. Estos chips son parte fundamental en cualquier proceso de fabricación electrónico y por supuesto también en los productos de robótica, motion control, buses de campo, o detección láser, entre otros. Se trata de componentes muy difíciles de sustituir por su alto contenido tecnológico y su alta especialización para aplicaciones concretas, por lo que no vale cualquier equivalente.
Y es que según explican desde la compañía, esta crisis está afectando a sectores como el automóvil, telefonía, informática, construcción y un largo etcétera. También al consumidor final, ya que se encuentra con grandes dificultades para adquirir el producto o, como poco, sufre grandes retrasos.
A todos los inconvenientes anteriores se suma ahora el conflicto bélico entre Rusia y Ucrania. Este último país es uno de los grandes productores de neón (la mitad del volumen mundial), un gas clave para la fabricación de los chips. Este es el último golpe a la industria de los semiconductores.