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Ola de calor y mascarillas, una combinación peligrosa para nuestra piel.

Las altas temperaturas que nos esperan y el uso de las mascarillas en plena ola de calor, tendrá efectos negativos en nuestra piel. Expertos en estética facial y piel nos explican sus consecuencias y cómo podemos combatirlas.

Pandemia, mascarillas...no paramos de sufrir las consecuencias negativas que nos genera esta situación. Si ahora le sumamos la ola de calor que vendrá esta semana, ésto es un no parar.

La mascarilla sigue estando presente a pesar de la no obligatoriedad en espacios abiertos cuando hay distancia de seguridad. Aunque en verano su uso es más incómodo, es una responsabilidad individual para protegernos a nosotros y a los demás.

Las condiciones de trabajo de algunas profesiones, en ambientes cerrados o sobrecalentados produciendo sequedad del entorno por los sistemas de climatización y/o en exterior con las altas temperaturas, hacen que el riesgo de sufrir estrés térmico sea mayor y se agrave con el uso de las mascarillas, especialmente en personas con enfermedades cardiovasculares, diabetes e hipertensión,  provocando deshidratación, fatiga, exceso de sudor, náuseas, calambres musculares, mareos, vértigos e incluso, pérdida de conocimiento.

Con estas olas de calor, la piel, al ser el órgano más externo, sufre los efectos directos y da lugar a la aparición de granitos en la piel, acné, piel rosácea, dermatitis atópica/ dermatitis seborréica, aumentando su sequedad y deshidratación.

Los expertos en cirugía y estética facial de la Clínica beOne y la experta en piel, Annie Eugenieva de Face and body by Annie, nos proponen varias pautas para paliar estos efectos negativos del calor y de las mascarillas en el rostro:

  • Mantenernos hidratados consumiendo 2 litros de agua al día y comer alimentos frescos y ligeros, como la sandía y el melón, para asegurarnos una mayor hidratación en la piel.
  • Limpieza del rostro antes y después del uso de la mascarilla y aplicar crema fotoprotectora para proteger la piel de la radiación solar.
  • Evitar el uso de maquillaje para no obstruir los poros.
  • La ingesta de ciertos antibióticos o medicamentos puede afectarnos a la piel. Los expertos, recomiendan minimizar su uso mínimo de estos medicamentos fotosensibles.
  • El uso de sombreros y gafas también son aliados, sobre todo en horas donde el calor y la exposición solar es mayor.
  • Los paseos en la playa o por ciudad siempre a última hora y/o, en su defecto, a primera hora de la mañana para que nuestra piel no se vea dañada por el exceso de calor y los rayos ultravioleta.