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La odisea de conseguir un destilado japonés


Los amantes de las bebidas destiladas de calidad, así como sus distribuidores, llevan tiempo demandando un producto que, en algunos casos, es prácticamente inalcanzable. Se trata del whisky, el ron o la ginebra de origen japonés.

La industria de los destilados de alta gama del país nipón no se rige por los estándares de la oferta y la demanda, sino que sigue respetuosamente unos procesos de destilación tradicionales y hechos a mano que no permiten la producción masiva para cubrir la creciente demanda de bebidas premium. Esto tiene un efecto negativo a la hora de poder satisfacer la demanda, pero muy positivo en lo que a la protección del medio ambiente se refiere. 

Todo ello en el contexto de la nueva normativa aprobada recientemente en Japón que exige que ingredientes, elaboración, destilación, añejamiento y embotellado procedan del país para poder etiquetar el producto de “origen japonés”. Su concepto de “calidad - sostenibilidad -tradición” está posicionando a estas bebidas como lo más Top en el mundo de los destilados, tal y como acaba de reafirmarse con los premios obtenidos en la última edición de San Francisco World Spirits Competition. Entre las más valoradas, caben destacar: 

Akashi Whisky uno de los “japos” más vendidos en el mundo, ofrece anualmente series limitadas en las que los clientes entran en una lista de espera para repartir en toda Europa. Este tipo de ediciones únicas con muy poca producción son repartidas minuciosamente a nivel mundial. Su forma ancestral de hacer las cosas le ha llevado a ser una de las referencias top de whisky japonés a nivel internacional. Tan codiciada como limitada, en España solo Qantima Group tiene el honor de distribuir las 6 cajas al año que recibe de las creaciones artesanales de la familia Eigashima, que desde 1679 lleva elaborando destilados artesanales en la ciudad que lleva su nombre Akashi, cuyo Akashi Blend ganó la medalla de oro en el 2016.  

Aunque, no todo es Akashi en el arte japonés de la destilación de malta. Los whiskies Shinobu Mizunara Oak, elaborados en Niigata bajo unos estrictos controles de calidad, y que también atesoran numerosos premios y reconocimientos internacionales, ofrecen una amplia gama, con series muy limitadas para Europa que incluyen creaciones de 10 y 15 años. Asimismo, cabe hacer referencia a la lujosa firma de whisky japonés Yamazakura, elaborado a partir de una combinación de cuatro whiskies de malta y grano cuidadosamente seleccionados y envejecido en barricas de roble americano que anteriormente han contenido bourbon. Toda una experiencia para los sentidos. 

La producción de ron, sake o ginebra de este país asiático es igualmente exquisita, demandada y limitada. Conseguir referencias como Okinawa Masahiro Gin Recipe 01, elaborada a mano con el melón más pequeño del mundo, con un inusual sabor verde y dulce a la vez, o tener en la mano la Recipe 02, más limitada aún, es todo un logro para los que buscan el placer de las bebidas artesanales premium. También es muy valorada la Komasa Komikan, elaborada con "sakurajima", la mandarina más pequeña de la tierra.

Asimismo, destaca Ryoma Ron, un ron 100% japonés añejado, destilado en alambiques de acero que, a diferencia del cobre, rectifica menos los jugos y conserva más los componentes aromáticos de la caña de azúcar cultivada a mano en la isla de Shikoku.

Los productores de destilados japoneses no sólo ponen toda su atención y labor en lograr la máxima calidad en sus creaciones, también se rigen por criterios medioambientales que se traduce en envases y embalajes tan bellos como sostenibles. Tal es el caso de la gama de Kujira Whisky, filtrado en frio, natural y sin colorantes. Las ediciones de esta marca son muy limitadas, tan solo llegan cada año unas pocas unidades a nuestro continente, lo que hace que degustarlo se convierta en una experiencia única y privilegiada.

“Trabajar con las destilerías japonesas, muchas fundadas en el s.XIX, es un honor, además de toda una aventura. Su marketing brilla por su ausencia y los pedidos se obtienen cuando y en las cantidades que ellos determinan. Todo ello unido a la gran calidad y singularidad de sus creaciones, ha hecho que estén altamente cotizadas. Por eso que, dentro de la oferta tan limitada y exclusiva que existe, para nosotros es un regalo poder distribuirles en España”, señala Manuel Villa, fundador y CEO de Qantima Group. “Hemos tardado años en entender esa máxima de “no te vendo lo que me pides, porque simplemente no lo puedo producir”. Para los que todavía no lo entiendan, les recomiendo un viaje por Japón y conocer su cultura y su forma de ver la vida”.

Para saber más visita qantimagroup.com