¿Barrio de Salamanca o escapada en el campo?
EN LA CIUDAD
Manteles váscos, sillas suecas y mesas de caoba de diseño nórdico. Vuelve como cada año la terraza del restaurante Marconi (Velázquez 61), un rincón íntimo y elegante en pleno Barrio de Salamanca, cuya carta está inspirada en Maud, la madre del chef Marcos Olazabal Janson.
Todos los detalles y sabores de Marconi esconden historias y anécdotas que cuentan las raíces suecas de su creador, la pasión viajera y la búsqueda de una fusión de las tradiciónes mediterráneas con los sabores del Báltico y del norte de Europa.
Ubicado en un palacete del siglo XIX, en el interior Marconi ofrece un ambiente distribuido en dos plantas e inspirado en una casa sueca con chimeneas y librerías. Dispone también de un privado para diez personas.
EN EL CAMPO
Pionero en ofrecer platos inspirados en el Östermalms saluhall, el mercado gastronómico de Estocolmo, Cabaña Marconi ( Camino del cura 233 El Encinar de los Reyes) es un antiguo merendero convertido en una cabaña de acero, madera y cristal al puro estilo nórdico, que goza de una ubicación inmejorable entre encinas y jardines. Una casa de campo sueca con techos acristalados para disfrutar del cielo y de una cocina ispirada en los sabores caseros de su chef y creador.
LA CARTA
El salmón es el rey de una carta con pasaporte internacional pero con claras influencias del norte de Europa. El secreto mejor guardado de una receta aparentemente sencilla, es la salsa de eneldo. Los otros platos estrella de Cabaña Marconi son los Mejillones a la crema, un homenaje a la pasión por Biarritz, las albóndigas suecas con mermelada de eneldo y puré de patata y los arenques marinados, el cheviche del norte.