La López Ibor señala la necesidad de vigilar el aumento de los trastornos alimentarios en jóvenes y diagnosticar precozmente

Los Trastornos de Conducta Alimentaria (TCA) se caracterizan por una alteración en  los hábitos de alimentación y la ingesta en relación a factores físicos y psicosociales. Las personas que padecen un TCA se muestran patológicamente preocupadas por la comida y el peso. La ingesta insuficiente o excesiva de alimentos conduce al detrimento de la salud física y mental del individuo que puede tener consecuencias potencialmente mortales.

El próximo 30 de noviembre se celebra el día Internacional de la lucha contra TCA que se identifica bajo el símbolo de un lazo azul. Las cifras están en auge y la acción para dar visibilidad a la enfermedad debe ser prioridad, sobre todo en los  niños y adolescentes. Según la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia, el 70% de los y las adolescentes no se siente a gusto con su cuerpo. Por su parte,  6 de cada 10 chicas creen que serían más felices si estuvieran más delgadas y el 30% de ellas, revela conductas patológicas.

Los expertos de la Unidad de TCA de la Clínica López Ibor sitúan a los TCA entre las 3 enfermedades crónicas más frecuentes entre adolescentes. De acuerdo a Estrella González, psicóloga de la clínica: “Aunque debido a los constructos sociales y el rol de la mujer  los TCA se dan más en chicas adolescentes que en chicos, no hay que dejar de lado la alerta en varones, ya que está aumentando la incidencia. Una mayor preocupación por las dietas basadas en proteínas, la práctica excesiva de ejercicio físico o la preocupación por la musculación, son los signos de alerta más comunes”

Los trastornos de conducta alimentaria en España se han duplicado entre los adolescentes después del confinamiento, según indica un estudio del Instituto Universitario de Investigación de Atención Primara Jordi Gol, realizado a más de un millón de personas. Sobre todo, cabe alertar, la edad temprana del inicio del problema, ya que las cifras indican que el incremento fue especialmente destacado en niñas/adolescentes entre de 10 a 19 años.

Para Estrella González: “Es clave intentar frenar este auge de casos en menores y sobre todo, la edad en la que se está comenzando a sufrir el trastorno. Es importante hacer hincapié en la prevención y la psicoeducación sobre los factores de riesgo a nivel familiar y escolar. En consulta se ha observado un aumento de casos entre los adolescentes desde la pandemia. Sabemos que la edad y los años de evolución son factores que determinan la resistencia al tratamiento y la posibilidad de cronificación por lo que el diagnostico precoz es clave para la recuperación”

CAUSAS Y SIGNOS DE ALERTA

Son varios los factores que pueden causar un trastorno alimentario. Los expertos en este area de La Clínica López Ibor indican que este tipo de trastornos no aparecen por una sola causa en concreto, Los TCA son un grupo de psicopatologías multicausales y complejas y son varios los factores implicados en su etiología como factores biológicos, genéticos o ambientales combinados con un evento disparador. Por tanto, deben ser abordadas desde un enfoque multidisciplinar”.

Dado que en ocasiones, son pacientes con poca consciencia de enfermedad que pueden negar padecer un trastorno, podemos tener en cuenta algunas señales de alerta como saltarse comidas, la prohibición de determinados alimentos, esconder comida, cocinar grandes cantidades para otros pero comer poco o nada uno mismo, sentirse incómodo o negarse a comer en lugares públicos, quejarse de tener sobrepeso a pesar de tener un peso normal, pesarse repetidamente o mirarse al espejo.  

Además, “las redes sociales y la fácil exposición a la crítica y a los estereotipos de belleza impuestos por la sociedad. Y también, la normalización y exceso de información relacionado con la importancia del peso, de las dietas o de la insatisfacción física, hacen que pasemos de largo las señales de alarma en el inicio del problema”, señalan desde la Clínica.

¿CÓMO ACTUAR?

Si observamos signos de alerta tanto en uno mismo como en un familiar siempre es recomendable acudir a un especialista en salud mental para pedir ayuda. Respecto al tratamiento es esencial tener en primer lugar una valoración con el paciente que acude solicitando ayuda para indicar qué tipo de tratamiento necesita (ambulatorio, tratamiento de hospital de día o el tratamiento de régimen de hospitalización 24 h). Además de esto, se debe tener en cuenta la asistencia a las familias, que se va dando en función de la necesidad de cada caso, pero siempre se tiene que tener en cuenta y trabajar en conjunto”, concluyen los  expertos del área de TCA de la Clínica López Ibor.

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