El osteópata y socio de la Asociación Nacional de Profesionales y Autónomos de las Terapias Naturales (COFENAT) ha hecho un análisis de los principales estudios que hablan de la inmunidad frente a la COVID-19.
“Existen varios estudios recientes sobre el coronavirus que llegan a nuevas conclusiones esperanzadoras sobre la inmunidad que se desarrolla frente a la COVID-19. Concretamente, hay varios trabajos que concluyen que la COVID-19 crea inmunidad natural”, destaca la Asociación Nacional de Profesionales y Autónomos de las Terapias Naturales (COFENAT).Concretamente, el osteópata y socio de la COFENAT, Gaby Díaz analiza el último estudio realizado en Estados Unidos en el que participa el prestigioso médico español Carlos Cordón-Cardo, del Hospital Mount Sinai de Nueva York, en que que han participado 1.343 personas y del que se desprende que en un alto porcentaje de los pacientes que han pasado la COVID-19, incluso asintomáticos o con síntomas leves, generan anticuerpos que les previenen de un nuevo contagio.
“Esta investigación sigue la misma dirección que los realizados en Corea del Sur. Sus conclusiones indican que la COVID-19 crea inmunidad natural que protege a las personas y frena la transmisión y por lo tanto la pandemia”, asegura Díaz, e insiste en que “hay que ser prudentes y saber extraer qué datos son de interés y cuáles son las preguntas que este estudio es capaz de contestar y, por el contrario, qué nuevas preguntas plantea”.
En este sentido, el experto analiza los aspectos de interés del estudio:“Todas estas personas voluntarias que se sometieron al test Elisa, un test de inmunoanálisis cuantitativo, es decir que no solo indica si es positivo o negativo, sino que es cuantitativo ya que valora la cantidad de anticuerpos”, relata Díaz. De todos estos sujetos, 624 tenían realizados test PCR previos, es decir que ya venían con diagnóstico, lo cual facilitó encontrar resultados de forma más rápida en el inicio del estudio. En una primera parte se concluyó que el 82% de estas personas ya tenían inmunoglobulinas de tipo G, que son las que nos dotan de inmunidad a largo plazo.
“Este primer resultado ya es muy positivo de por sí, pero el estudio no finaliza aquí. Se repitieron los test dos semanas más tarde y los resultados fueron todavía más positivos que los recogidos en la primera parte del estudio, la cifra de pacientes inmunes aumentó hasta un 89%”, agrega Díaz.
Además, solo tres personas con el test PCR positivo no tenían anticuerpos. “No se sabe la causa, pero podría ser debido a errores de las pruebas o sencillamente que ellos no generan inmunidad”, apunta el osteópata. Y solo cuatro personas tenían unos niveles de anticuerpos muy bajos. Si se analiza el porcentaje total al finalizar los contagiados confirmados con PCR en el estudio, con todos los pacientes que han creado inmunidad. “La cifra parece que podría alcanzar un porcentaje mucho mayor y prácticamente cubre a toda la población hasta el 98.7%”, añade.
Según explica Díaz, sobre estos datos y fijándose en el estudio detenidamente es necesario analizar diferentes cuestiones de interés sanitario. “Tan solo tres personas de todas las estudiadas no presentan anticuerpos y cuatro personas en niveles muy bajos. Aunque no coincidieran con errores diagnósticos en los test, el porcentaje es irrelevante en comparación con el 98.7% que sí los tiene y serían la excepción a la regla”, afirma.
Y argumenta que “un porcentaje tan bajo se beneficia igualmente de la barrera protectora natural de la que tanto se habla hoy en día, la inmunidad de rebaño, ya que las personas infectadas van formando inmunidad que les protege a ellos mismos de volver a enfermar y al resto de personas de ser contagiadas por ellos”.
Otra conclusión a la que llega Díaz es que los anticuerpos y por lo tanto la inmunidad tarda en aparecer más de lo que algunos pensaban, que era alrededor de una semana, pudiendo llegar varias semanas más tarde. “Esto plantearía una nueva cuestión, la inmunidad puede tardar varias semanas con lo cual plantea la duda si durante ese periodo una persona podría volver a pasar la enfermedad. No menos importante es el dato de que los test de anticuerpos deberían realizarse varias semanas después de los primeros síntomas, probablemente entre 2 a 4 semanas después ya que, de lo contrario, los test de anticuerpos podrían salir negativo, ya que a mayor tiempo que pasa, mayor es la inmunidad adquirida”, añade.
Sin embargo, el experto admite que tras el estudio “quedan preguntas sin resolver” ya que los test PCR siguen dando positivo hasta dos semanas después de no tener síntomas, es decir, ya tenían inmunidad muchos de ellos, pero aun así seguían teniendo mediciones positivas del virus, por lo que se desconoce si todavía podrían transmitirlo.
Además, explica que “un 38% de los sujetos pensaba haber pasado el virus, pero no era así, por lo que mientras que mucha gente es portadora sin saberlo, otro porcentaje muy alto asegura haberlo pasado y no es inmune ni positivo”. Así que, continúa Díaz, “mientras que se piensa que la inmunidad es mayor a mayores síntomas, este estudio nos indica que también los pacientes con síntomas leves producen inmunidad suficiente tras el paso de varias semanas, por lo que no solo la gente hospitalizada podría estar protegida”.
“Estos datos muestran que las personas que ya hayan pasado el virus ya no puedan transmitirlo al tener inmunidad, por lo que podrían volver a su vida laboral y familiar “normal” por lo menos a corto plazo, aunque cabe destacar que, a día de hoy, no se sabe cuánto dura esta inmunidad pese a que las inmunoglobulinas presentadas sean del tipo G. Esto debería de indicar que su inmunidad es a largo plazo, pero en esta fase del estudio no se puede determinar todavía con exactitud cuánto dura”, afirma.
Y concluye que “este estudio nos brinda un poco de esperanza, ya que apunta en la misma dirección que otros ya realizados previamente, siendo un estudio bien formulado desde su base y con una cantidad de sujetos de estudio nada despreciable”.
Aunque, advierte que “este estudio no indica que haya que exponerse a contagiarse o contagiar el virus, total y rotundamente incierto, sino que hay que seguir todas las medidas higiénicas y sanitarias que nos indican para evitar su propagación”.
Estudios:
Desde COFENAT estamos comprometidos con la transparencia y os dejamos los estudios y artículos a los que hacemos referencias debajo de este mismo artículo.
https://www.medrxiv.org/content/10.1101/2020.04.30.20085613v1
https://www.medrxiv.org/content/10.1101/2020.04.30.20085613v1
https://www.medrxiv.org/content/10.1101/2020.03.02.20030189v1