Al día

Consejos para disfrutar de la mesa en Navidad sin pasarnos de calorias

Lo que sí y lo que no de la dieta estas fiestas , con Rosa Ordoyo, nutricionista de Clínicas Dorsia

Esperamos la Navidad con mucha ilusión. Tenemos ganas de divertirnos, de celebrar con la familia, con los amigos, de reunirnos en torno la mesa. Estamos deseosos de disfrutar de esos espectaculares platos especiales que se preparan para la ocasión. Pero también, (y aquí llega el problema y a veces la contradicción), tenemos miedo de perder la línea, esa que tanto nos ha costado guardar para lucir espectaculares estas fiestas.

Sin perder la perspectiva de que estos días son para ser lo más felices que podamos, se puede ser un buen comensal sin echarle un gran pulso a la báscula. Según la nutricionista Rosa Ordoyo, si nos descuidamos y nos entregamos a cócteles, aperitivos y postres, además de suculentos menús, podemos llegar a engordar hasta cuatro kilos .Para evitarlo, la experta de Clínicas Dorsia nos deja una pequeña lista de consejos con lo que debemos y no debemos hacer.

LO QUE NO

Abusar del dulce. Si hemos comido bien, estaremos en disposición de ese pequeño sacrificio que supone rechazar la tarta, el helado, el plato con más azúcar, en definitiva. Qué decir de lo típicamente navideño, una bomba calórica, el mazapán, el polvorón. Para no fallar a la tradición, la recomendación es tomarlos solo en los días señalados.

Mucho cuidado con ese plato de entremeses que luce en la mesa con embutidos de primera calidad. A pesar de la etiqueta de ibérico, o sin ella, engordan. Los precocinados que le acompañan también, y, además, son ricos en grasas saturadas.

El alcohol es el gran enemigo, puesto que nos acompaña desde el aperitivo casi hasta la cena en los días clave. Al margen de si debemos o no conducir o de cómo nos siente, suma y suma calorías. Esa copa de champagne o cava para brindar es ineludible, pero atentos a los vinos dulces, el vermut, los preparados con dos tipos de bebida alcohólica y los cócteles con azúcar.

No debemos saltarnos ninguna comida, a pesar de que estemos llenos, llenísimos de pavo, cordero o marisco. Siempre es mejor tomar algo ligero en la siguiente ingesta.

La generosidad bien entendida empieza por uno mismo. No llenes los platos. Una comida buena no se mide sólo por la cantidad. La calidad importa. Siempre es mejor quedarse con un poquito de gana de repetir.

LO QUE SI

Ten presentes los antioxidantes en el diseño del menú. Contrarrestarán los efectos adversos del azúcar, la grasa y el alcohol en tu organismo. La mejor manera de introducirlos es en las ensaladas. Son antioxidantes la granada, el aguacate, los arándanos, uvas rojas, cerezas, nueces y las pasas, entre otros.

Por supuesto, otra manera de incluir la vitamina C y otros elementos como el selenio y el zinc de estos alimentos antioxidantes es adornando tu mesa con una bonita fuente de fruta. Por ejemplo, con uvas rojas y cerezas. Las manzana verde con piel aportarán el contraste.

El color en tu plato será fundamental para todos los sentidos y en este caso sinónimo de salud. Las hojas verdes de lechuga, canónigo, recula, endivia, como base a un plato de marisco frío, harán las delicias de tus invitados.

La carne que menos calorías aporta es la de ave, por lo que puedes servir un buen pollo o pavo, y por supuesto, un pescado, al vapor o al horno, con toda la proteína y los minerales. Sin apenas calorías.

Si somos los cocineros de cenas o comidas importantes, reducir la sal. Ya sabemos que favorece la retención de líquidos y la hinchazón.

Come despacio, disfruta de los manjares y aprecia cada bocado. La ocasión lo merece.

Pasea después de estos banquetes. Aprovecha para tomar el aire y disfrutar del ambiente navideño. Nada de siestas ni tarde de sofá con mantita y película. A la larga se notará en el peso ganado.

Bebe mucho agua entre comidas. También puedes probar con infusiones de salvia, cola de caballo, hinojo o manzanilla.

Rosa Ordoyo es nutricionista de Clínicas Dorsia