Al día

¿Cómo recuperar el equilibrio mineral afectado por la calidad nutricional de los alimentos?


Es una realidad que hoy en día los alimentos tienen menos minerales esenciales para una correcta salud y nutrición. Uno de los factores que influye de forma determinante en la calidad nutricional de los alimentos es el cambio climático. Según el último informe "Climate change and food safety" de la EFSA, los efectos y alteraciones del clima sobre el suelo y las cosechas provocan un déficit de ciertos minerales, como, por ejemplo, el selenio.

Y es que, las sales minerales juegan un papel fundamental en procesos inmunitarios y metabólicos. Son elementos químicos imprescindibles para garantizar un buen estado de salud y, aunque las necesidades diarias son pequeñas, un déficit mineral puede provocar diversas alteraciones en el organismo. Son esenciales para el ser humano porque, al menos, 24 de ellas están implicadas en reacciones enzimáticas, y, al medio, 64 de ellas son indispensables para la lectura del código genético. Tienen un papel fundamental para procesos como el metabolismo del azúcar, el funcionamiento correcto de los músculos, la regeneración de los huesos, el control del ritmo cardiaco, la cicatrización o la función inmunitaria o digestiva.

Pero ¿por qué los alimentos contienen menos minerales? La degradación y sobreproducción de los sistemas de cultivo, ganadería y pesca durante los últimos 50 años han contribuido al empobrecimiento del valor nutricional de los alimentos. Por ejemplo, un filete de carne tiene la mitad de hierro hoy en día y el brócoli aporta la tercera parte de calcio del que aportaba hace medio siglo. Además, la deficiencia de minerales evoluciona lentamente en el tiempo hasta ser notoria en el orgasmo y puede deberse a varias razones: una mayor necesidad del mineral, la falta de mineral en la dieta o la dificultad para absorber el mineral de los alimentos.

Como consecuencia, la carencia de minerales puede provocar osteoporosis, hipertensión, trastornos digestivos, anemia, dolencias cardiovasculares, debilitad del sistema inmunológico o elevado nivel de azúcar en sangre.

Ante esta situación, en la que es indispensable un aporte total y equilibrado de minerales para un funcionamiento óptimo de nuestro organismo, la Terapia Marina se plantea como un apoyo a este déficit. El agua de mar contiene todos los minerales que el cuerpo humano necesita, ya que la proporción de minerales en el agua de mar y en el plasma sanguíneo es muy similar.

Sin embargo, el agua de mar no debe ser consumida directamente del océano a nuestro organismo. Tiene que pasar por una serie de procesos que hagan segura su ingesta. Para que este agua de mar sea considerada apta para el consumo, ha de reunir diferentes requisitos establecidos por entidades como la EFSA (European Food Safety Autorithy) y AESAN (Agencia Española de Salud Alimentaria y Nutrición), además de cumplir con otros límites recogidos a nivel nacional por en el RD 140/2003 y RD 1799/2010 - leyes que regulan en el agua potable y envasada para el consumo humano.

Destacamos aquí las especialidades naturales a base de agua de mar del laboratorio biotecnológico Quinton, las que, por su contenido en minerales mayoritarios, minoritarios y elementos traza, son una excelente forma de mantener el equilibrio hidroelectrolítico. devolviendo a las células a sus condiciones óptimas de funcionamiento. Su protocolo de elaboración, establecido originalmente por René Quinton hace más de un siglo, se conoce actualmente como Advanced Quinton Protocol. A través de este, se produce el Agua de Mar Quinton, el que ha demostrado que contribuye a la salud orgánica a través de una renovación y nutrición celular completa.

Este protocolo sigue un proceso de producción muy específico y único, por lo que cualquier fase en la que no se respeten sus tres puntos indispensables provoca una modificación en las características originales del agua de mar, lo que le resta eficacia. Concretamente:

•  Lugar de extracción: la extracción de agua de mar se realiza en los Vórtex del Golfo de Vizcaya, donde existe una gran concentración de fitoplancton y zooplancton que revela la presencia de un rico sustrato mineral disuelto en el agua.

•  Microfiltración: la materia prima, es decir, el agua de mar, se traslada herméticamente desde El País Vasco hasta Cox (Alicante), donde se encuentra la planta de los laboratorios y donde comienza el proceso de microfiltración y esterilización. Se realiza una microfiltración en frío a 0,22 micras en sala blanca según indicaciones de la Farmacopea Europea. De esta manera, el agua queda sin impurezas ni agentes externos contaminantes, pero no pierde ninguna de sus propiedades ni minerales.

•  Isotonia: en los mismos laboratorios se realiza una dilución de esta agua de mar, ya microfiltrada en frio, con agua de manantial para hacerla isotónica.

En concreto, Quinton comercializa dos productos a base de agua de mar, cuyo uso variará en relación a la necesidad del consumidor:

•   Quinton Isotonic. Solución isotónica. Compuesto a base de agua de mar pura y diluida posteriormente con agua de manantial de mineralización muy débil. Contienen hasta 78 elementos naturales y totalmente biodisponibles para garantizar una rápida absorción. Por su contenido en cloruros, contribuye a una digestión normal gracias a la producción de ácido clorhídrico en el estómago. Además, según los resultados obtenidos en un estudio realizado in vitro por el Departamento de Biotecnología de la Universidad de Alicante, tiene un potencial efecto modulador de los principales biomarcadores inmunológicos. Dosis recomendada: de 1 a 6 ampollas diarias.

•   Quinton Hipertonic. Solución hipertónica. Gracias a su contenido en magnesio, contribuye a mantener una función psicológica y un metabolismo energético normales, así como a disminuir el cansancio y la fatiga. Proporciona una gran variedad de micronutrientes inorgánicos, ofreciendo una suplementación nutricional de origen natural que contribuye al funcionamiento normal del sistema nervioso y músculos y del proceso de división celular. Además favorece estados y procesos que dependen del equilibrio electrolítico como la síntesis proteica normal y el mantenimiento de huesos y dientes en buenas condiciones. Dosis recomendada: de 1 a 6 ampollas diarias.