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Cómo los marketplaces están impulsando la economía circular

El mundo empieza a comprender que no es sostenible utilizar los recursos solo una vez y desecharlos después. Sin embargo, sólo el 8,6% de los materiales extraídos de la tierra acaban volviendo a la economía para darles una segunda vía. Esto se debe a que la mayoría de las empresas se basan en modelos lineales: coger materias, fabricar, desperdiciar. Dar a las empresas y a los consumidores las herramientas para que adopten prácticas más "circulares" -reducir, reparar, reciclar- no es tarea fácil. Pero en toda la economía, los creadores y ejecutivos con visión de futuro están haciendo exactamente eso.

La basura de una persona es el tesoro de otra

El impulso a las prácticas empresariales sostenibles está creando conexiones poco comunes entre sectores, ya que los residuos de una se convierten en un insumo para otra. Por ejemplo, Biasol, una empresa de alimentación que fabrica productos para el desayuno y la pastelería y que funciona con Stripe. Sus fundadores vieron una oportunidad oculta en el auge de la cerveza artesanal de los últimos diez años.

"¿Por qué necesitamos importar semillas de chía? Hay mucha fibra y proteína en el grano usado de los cerveceros, literalmente el grano que tiran. Vimos la oportunidad de reciclarlo y crear alimentos realmente nutritivos". Lanzar nuestra empresa en Stripe nos permitió cobrar rápidamente, gestionar nuestro flujo de caja y facilitar la vida de toda la cadena de suministro", comenta su el cofundador Ruairi Dooley.

La empresa de moda responsable RÆBURN - más conocida por convertir paracaídas militares en prendas de vestir- se creó con una filosofía similar y ha crecido internacionalmente con Stripe. Su fundador, Christopher Raeburn, se centra en reducir los insumos materiales, rehacer los artículos existentes y reciclar. "Hay que empezar de forma sencilla y mantener las cosas que ya tenemos en circulación", dijo Raeburn. "Ahora tenemos acceso a mejores materiales reciclados y regenerativos, así que el reto es encontrar nuevos flujos de residuos y localizarlos globalmente".

El reciclaje de materiales y la creación de cadenas de suministro sostenibles a escala requerirán nuevas infraestructuras financieras y tecnológicas. Cuando la oferta y la demanda no coincidan, es probable que los marketplaces desempeñen un papel fundamental para conectar a compradores y vendedores, permitiendo que surjan modelos de abastecimiento sostenibles.

"Las empresas no pueden tener éxito por sí solas, tienen que unirse para crear un nuevo tejido de cadenas de valor interconectadas", dijo Kristin Hughes, directora de circularidad de recursos del Foro Económico Mundial.

De poseer a alquilar

A medida que los patrones de la industria cambian, el comportamiento de los consumidores evoluciona hacia modelos de consumo más sostenibles. Compartir y alquilar son dos ejemplos prósperos. Stripe vio un aumento del 550% en el dinero que se gasta en alquiler de ropa, equipos y herramientas en los tres primeros trimestres de 2022 en comparación con el mismo período de 2019. Los mayores mercados de alquiler de ropa -Estados Unidos, Reino Unido y Australia- crecieron un 1.000%, un 3.500% y un 5.000% respectivamente. Miles de negocios de alquiler de ropa están funcionando en Stripe en estos mercados, frente a solo un puñado hace tres años.

"Se trata de la comodidad y la confianza", afirma Ola Lowden, fundador de Omocom, que ofrece seguros para plataformas de alquiler y economía colaborativa. "La gente está cada vez más abierta a alquilar sus cosas porque las plataformas lo hacen fácil y ayudan a gestionar el riesgo". Con el empeoramiento de las condiciones económicas, el alquiler y el uso compartido van a ser aún más atractivos, tanto como alternativa asequible a la compra como fuente de ingresos.

"No es una coincidencia que Airbnb se fundara en 2008", dijo Lowden. "En condiciones económicas difíciles, la gente tendrá más incentivos para alquilar artículos o monetizar las cosas valiosas que posee".

Cerrando el círculo

Entre los usuarios de Stripe se encuentran marcas circulares nativas como Wallapop, Vinted, EcoAlf, Depop, y Fat Llama, así como marcas establecidas como Zara y H&M, que están evolucionando de modelos lineales a sistemas más circulares.

"El viejo modelo no ofrece a las marcas una forma de crecer sin un crecimiento proporcional de las emisiones. Nosotros ayudamos a crear nuevos modelos de negocio en los que las marcas pueden revender algo varias veces y obtener más valor de cada artículo que fabrican", explicó Andy Ruben, fundador de Trove, que utiliza Stripe para crear plataformas de reventa para Patagonia, Lululemon y otras.

URBN, propietaria de marcas como Urban Outfitters y Anthropologie, lanzó su plataforma de moda circular, Nuuly, en 2019. Nuuly combina una plataforma de alquiler, que almacena 300 marcas diferentes, con un mercado de reventa entre pares impulsado por Stripe que extiende el ciclo de vida de las prendas más allá del alquiler. "La mayoría de los consumidores y empresas quieren hacer lo correcto para el medio ambiente. Lo difícil es encontrar un modelo de negocio circular que sea económicamente viable. Vimos que el alquiler de ropa se convertiría en una parte más importante del consumo, y entonces duplicamos el potencial de Nuuly lanzando un mercado de reventa construido sobre Stripe", dijo Dave Hayne, director de tecnología de URBN.

Los consumidores no son los únicos que pueden aprovechar el valor de los artículos usados. En el sector de la automoción, los mecánicos necesitan una lista cada vez mayor de equipos caros y especializados para realizar reparaciones complejas. Para ayudar a los talleres a limitar los costes y operar de forma más sostenible, Toyota ha lanzado recientemente una plataforma llamada Mechacomi, que permite intercambiar equipos usados en lugar de acumular polvo.

Razones para ser optimistas

Las prácticas circulares son buenas tanto para la economía como para el planeta, y las empresas y los consumidores están tomando nota. El Foro Económico Mundial calcula que la transición a modelos más sostenibles podría generar 4,5 billones de dólares de producción económica adicional para 2030. Pero para hacer realidad ese potencial será necesario cambiar por completo la forma en que producimos y consumimos.

"Una economía verdaderamente circular será aquella en la que no se tire nada y los materiales existentes fluyan entre las industrias sin apenas desperdicio", dijo Hughes. "Pero sin un enfoque coordinado, nuestras ambiciones de circularidad superarán con creces la capacidad del mercado para seguir el ritmo".