Puede parecer una tontería, pero estos meses de confinamiento seguidos de un largo y caluroso verano nos han enseñado a prescindir de artificios, a vernos con mejores ojos y a aceptarnos tal y como somos. Ese cambio incluye un uso distinto del maquillaje porque, aunque lo utilizamos para destacar lo que ya es bueno, el objetivo no es enmascararnos. Entendemos que hay veces en que sale un granito y queremos taparlo, pero nunca debemos aplicar capas gordísimas de base porque lo único que hacen es esconder la textura y jugosidad de la piel y esa no es la finalidad de una base.
En belle&MAKE-UP somos muy fans de la beauty sponge, esa pequeña esponja rosa, con zonas amplias y estrechas para llegar a todas las partes del rostro. Nuestra esponja de maquillaje no contiene látex, para minimizar el riesgo de alergias, es suave y ligera y al mojarla, dobla su tamaño.
La beauty sponge se debe usar en húmedo y la manera de aplicar la base de maquillaje con ella consiste en poner una pequeña cantidad de producto en una paleta (o en la mano) y empapar toda la base de la esponja hasta que quede bien uniforme. Con la esponja ya cargada de producto trabajamos el rostro con pequeños toques desde el centro hacia los extremos, sin arrastrar. Hay que trabajar a toquecitos y así conseguimos fundir la base la piel y que quede muy natural. El efecto es ligero, como de aerógrafo. Se puede conseguir un acabado más cubriente trabajando con una base de alta cobertura como la matificante o bien trabajando a capas una base de cobertura media, como la natural.
Puedes utilizar la esponja con productos fluidos o en crema como correctores, bases, iluminadores o coloretes.
La beauty sponge se debe lavar con un jabón neutro y agua caliente después de cada uso, y dejar secar al aire. Es esencial la correcta higiene de los accesorios de maquillaje puesto que eso evita que la piel se ensucie.
La beauty sponge de belle&MAKE-UP está disponible en exclusiva en puntos de venta EROSKI y CAPRABO a un precio de 4,50€.