El pasado 11 de enero la enseña Nebraska echaba el cierre, una medida que afectaba a cerca de un centenar de empleados, tras la adquisición de su sociedad propietaria Nebraska Blanco Hermanos por el fondo Corpfin Capital Real Estate.
Ahora, dos de estos antiguos trabajadores se han puesto al frente de este emblemático establecimiento ubicado en la calle Bravo Murillo, 293, en el madrileño barrio de Tetúan. Se trataba del único local que Nebraska mantenía en régimen de arrendamiento.
La reapertura de Nebraska implicaba el compromiso de los nuevos propietarios de mantener la línea de la marca El nuevo local abrirá sus puertas este próximo sábado, tras algunos trabajos para acondicionar el local y darle “un toque personal” a la decoración, aunque manteniendo la esencia de la cafetería.
La plantilla estará formada en su mayoría por antiguos empleados y compañeros de Nebraska, además de dos nuevas incorporaciones.
En su menú estarán presentes los famosos perritos calientes con salsa de mostaza de la cadena, que dejó de ser un secreto tras ser filtrado por varios trabajadores despedidos tras el cierre de locales que se trataba de una mezcla de mostaza alemana y mahonesa.
Por otra parte, desde el fondo de inversión se afirma que aún no existen contratos de alquiler cerrados para ninguno de los cuatro locales adquiridos por Nebraska el pasado mes de diciembre. La firma de subastas Surus Inversa será la encargada de liquidar todos los activos y mobiliario de estos establecimientos mediante subasta online. Durante este mes de marzo ya se han subastado artículos relacionados con la cafetería de la calle Gran Vía, una de las más emblemáticas del grupo. Estos activos, agrupados en 12 lotes, han recibido más de 600 pujas por parte de 78 compradores.