3, 2, 1… ˇJornada intensiva!

La primera semana de julio es, para muchos, sinónimo del cambio de horario laboral: la esperada jornada intensiva es un aliciente para aprovechar los días de verano, pero requiere adaptar nuestros hábitos diarios. Kaiku Sin Lactosa ofrece las claves para lograr que la transición sea lo más ligera posible.

 

El día 1 de julio registra un pico en el transporte público y las carreteras a una hora más temprana de la habitual: las 3 de la tarde se convierten en hora punta y marcan el fin de la jornada intensiva. El horario veraniego de 8 a 15 tiene el objetivo de facilitar al trabajador el aprovechamiento de los días de verano y evitar el trabajo en horas de calor extremo; y la posibilidad de disfrutar de las largas tardes estivales es para muchos un preludio a las esperadas vacaciones veraniegas. Sin embargo, el cambio en la jornada laboral requiere también un ajuste a nivel personal: entrar a trabajar a las 8 y concentrar la jornada hasta las 3 influye en nuestra rutina de sueño, en el horario de comidas y en nuestra productividad, entre otros. Kaiku Sin Lactosa, la mayor gama de productos ligeros y digestivos del mercado, desglosa los trucos para que la transición entre el célebre “9-to-6” y la jornada intensiva se lleve a cabo de manera fácil y ligera.

 

-Ir a dormir antes, levantarnos al primer toque de despertador e inaugurar temporada de siestas: adelantar nuestra rutina una o dos horas puede proporcionar pánico a los más dormilones, una situación que habitualmente resolvemos poniendo el despertador antes de lo necesario y posponiéndolo hasta que levantarse es ya inevitable. Ir retrasando el despertador por esos “cinco minutos más” nos hará, en realidad, estar más cansados al iniciar e interrumpir un ciclo de sueño adicional1: lo mejor será acostumbrarnos a ir a dormir un rato antes y poner el despertador directamente a la hora límite. Para compensar el pequeño madrugón diario, las siestas breves en torno a 20 minutos (las llamadas power naps) serán la solución ideal al principio de la tarde.

 

-Ducharnos por la noche: ¿Existen maneras mágicas de reducir el tiempo que tardamos en arreglarnos por la mañana? Sí: hacer de la ducha un ritual nocturno. Ducharnos por la noche ayuda a ajustar la temperatura corporal y hace más fácil quedarse dormido; mantiene la ropa de cama limpia durante más tiempo; relaja más que por las mañanas; elimina el calor acumulado durante el día; y ahorra tiempo al levantarnos. Si necesitamos agua para espabilarnos por la mañana, lo mejor será un lavado de cara con agua fría.

 

-No aguantar el hambre: Desayunar antes de ir a trabajar y esperar a llegar a casa para comer algo es, en realidad, una práctica errónea que nos hará aumentar nuestra ingesta durante la comida. La clave reside en identificar productos que sean a la par saciantes y ligeros, para calmar el hambre pero sin entrar en el bache de productividad producido por comidas contundentes o difíciles de digerir. Entre los más ligeros: frutas, yogures sin lactosa, galletas o tostadas con fibra, y fuentes de proteínas como el pavo.

 

-No interrumpir, sino modificar, la rutina de ejercicio: En épocas de jornada partida, muchos incorporan la práctica deportiva antes de ir al trabajo o al salir de la oficina; práctica poco asumible durante la jornada intensiva al resultar demasiado temprano o demasiado caluroso a las 3 de la tarde. La solución obvia sería interrumpir la rutina de ejercicio hasta la vuelta de la jornada habitual, pero conviene no descuidar la forma y la costumbre saludable de incorporar píldoras de ejercicio diario. Las alternativas veraniegas: caminar al trabajo por la mañana a paso ligero aprovechando la temperatura agradable, decantarnos por ejercicios acuáticos, o esperar a primera hora de la noche, cuando vence el calor.

 

-Mantener la concentración: 7 horas seguidas de trabajo son muchas horas, y mantener la concentración y la productividad a niveles intensos puede resultar complicado. Realizar pequeños descansos, alternar tareas más automáticas con aquellas que requieran mayor esfuerzo, escuchar música enérgica a ratos, salir a tomar el aire y cambiar brevemente de ambiente, cambiar a diario el fondo de escritorio por una foto que nos guste o nos recuerde a las vacaciones… son distintas maneras de relajar la mente y prepararla para afrontar el resto de la jornada.

 

Aplicar estos consejos a nuestra vida diaria desde el propio inicio de la jornada intensiva ayudará a que se aprovechen las tardes de verano y a mantener el ritmo durante los meses más calurosos del año. ¡Feliz jornada intensiva! 

1New Yorker Magazine

 

Acerca de Kaiku Sin Lactosa: La gama de lácteos sin lactosa más completa del mercado que ayuda a las digestiones fáciles y ligeras, destinada a todos aquellos que quieran llevar una vida ligera y exprimir al máximo el estilo de vida moderno mientras que disfrutan de lácteos equilibrados y de calidad. Leche, batidos, yogures, natas y quesos ligeros y digestivos que se adaptan a todos los consumidores y necesidades para garantizar una alimentación saludable: el complemento perfecto para nuestro estilo de vida.