Los importadores procedentes de Canadá buscan en la Ribera del Duero un importante mercado comercial y de negocio, como ya hizo Estados Unidos.
En su labor de exportación, el objetivo de Bodegas El Lagar de Isilla continúa siendo el de la expansión y posicionamiento en los mercados internacionales. Después de la llegada de Estados Unidos, calificada como una de las áreas donde existen interesantes oportunidades de
venta de los vinos de la Ribera del Duero, ahora le toca el turno a Canadá. En representación de esos millones de consumidores, el estado de Alberta y la región de Columbia Británica, en la que se encuentra Vancouver, son los destinos que han centrado sus miras en el sector vinícola y que durante esta semana se encuentran de visita por esta región.
El encanto de las bodegas que conviven en una de las zonas con una de las Denominaciones de Origen más importantes de España, la D.O. Ribera del Duero, es de sobra conocido internacionalmente, y más de 1.200 marcas llevan este sello.
Según los últimos datos obtenidos del Observatorio Español del Mercado del Vino, Canadá ha aumentado sus compras de vino un 1,7% en el primer trimestre de 2016. España, que se ha convertido en su sexto proveedor, ha facturado un 5% más que en ocasiones anteriores y Bodegas El Lagar de Isilla (Burgos) es una de las 3.914 empresas españolas que exportaron vino en 2015.
Su equipo humano de trabajo se ha convertido en un referente. Los cuidados procesos de elaboración y las propias instalaciones en las que se elaboran sus vinos le han supuesto un importante reconocimiento y un posicionamiento que, cada día, se consolida a nivel mundial.
Con más de 20 años de trayectoria profesional y una importante labor de difusión, la clave de su éxito en el mercado canadiense radica principalmente en la tradición, en su historia y en la excelente relación calidad-precio del producto.
Durante los días de visita, estos viajeros quedarán seducidos por la bodega histórica del siglo XV que posee el Grupo, degustarán el lechazo típico de la zona que se maridará con los vinos tintos de barrica (Aranda de Duero) y, por supuesto, pasearán por la finca, tienda y hotel que la compañía posee en la localidad de La Vid.
El Grupo trabaja para dar a conocer de primera mano sus vinos, optimizando sus mensajes a través de canales de compra y de interacción como los que representa la presencia en las principales ferias del sector tanto de ámbito nacional como internacional (Suiza, Alemania o China) aprovechando las alianzas estratégicas con los elementos culturales ya reconocidos por los consumidores objetivos.
Este conjunto de acciones comerciales y promocionales de Bodegas El Lagar de Isilla están encaminadas a refrendar tanto su posicionamiento mundial como su apuesta por la internacionalización en el mercado extranjero, ya que exporta un 25% de su producción.
Los importadores canadienses, buscan vinos con cuerpo, de alta gama y personalidad y ven en Bodegas El Lagar de Isilla uno de sus
principales puntos de venta. El estado de Alberta y la región de Columbia Británica en la que se encuentra Vancouver son los destinos que han centrado sus miras en la firma burgalesa que actualmente ya cuenta con presencia en el país concretamente en el estado de Quebec.
El objetivo de la participación es continuar abriendo vías de comercialización en Canadá como un mercado poseedor de millones de consumidores y donde existen interesantes oportunidades de venta para los vinos de la Ribera del Duero.
Esta visita no hace más que sumar valor al sector enoturístico que continúa creciendo y que, según el último informe de ACEVIN, las visitas a bodegas se han incrementado un 5,59% más respecto a 2015.
Sobre Grupo El Lagar de Isilla
El Lagar de Isilla es una empresa de referencia en Castilla y León ligada al mundo del vino y la enología desde 1995. Su propietario, José Zapatero, es impulsor de este negocio y apuesta, de forma decidida, por la región de la Ribera del Duero. El mimo, el cuidado, la fidelización y el trabajo en equipo desarrollado e implementado en cada una de las ramas de negocio es su sello personal fiel reflejo de una arraigada tradición familiar. Para el desarrollo de todo el proyecto, las instalaciones cuentan con espacios singulares como el restaurante, donde maridar la gastronomía local y los vinos de la bodega, un hotel con habitaciones tematizadas, original diseño y destinadas para diferentes ocasiones y la bodega histórica donde saborear la mejor D.O. Ribera del Duero.
