La Malaje: tres caminos, un mismo sueño con sabores "Del Sur"

Céntrico, coqueto, bonito, -muy bonito…- y con una cocina sencilla pero que engancha y apetece en cualquier momento. La Malaje (Relatores, 20. Madrid. Tel. 91 081 30 31. www.lamalaje.es) es un lugar donde cuando se entra, se puede perder el norte, ¡pero nunca se pierde el sur! La mezcla puede sonar rara, pero tiene mucho sentido. Manuel Urbano, cordobés de nacimiento, empezó como lavaplatos con 14 años en Tenerife junto a su padre, y desde entonces no ha parado de crecer y soñar con su propio proyecto. Durante los últimos tres años ha sido jefe de cocina en Sacha, y ahora decide volar ‘en solitario’ para hacerse un hueco con su original estilo en el que lo que más pesa es el respeto al producto. Nace así La Malaje con la ayuda de dos amigos y socios: Alex Gray, asesor de restaurantes con mucho rodaje en Madrid durante los últimos años, y Aarón Guerrero, que es actor, sí, -le hemos visto crecer en la tele y es difícil desvincularle de su pasado-, pero que lleva años inmerso en un mundo que le apasiona y que ya conoce bien, la hostelería, puesto que ha sido parte y promotor de varios proyectos. Aquí será ‘er jefe de sala’, el que recibe con un buen rebujito, y aunque le encanta meterse en cocina a hacer sus pinitos, esta será territorio del cordobés.

Y es que en La Malaje se apuesta por platos de la cocina de siempre del sur (entiéndase sur también como las Canarias que tanto le han inspirado, claro) que forman una carta divertida y con toques muy actuales en la que es difícil elegir porque todo apetece, o como reza su carta, “te quita er sentío”. Desde el ‘Picotaje’, con la Ensaladilla de mamá Fina (con encurtidos, sardinas, perejil y ajo frito) o el Mojete de papas con chocos; a la sección ‘Aletas, conchas y caparazón’, donde destacan el Bienmegusta de cazón (adobado en mojo canario), aguacate y cebolla en papillote, el Estofado de galette a la cordobesa o la Pipirrana de corvina tratada como un ceviche. En carnes llaman la atención el Canelón de rabo de toro, o las Carrilleras de bellota en tomate menciano guisado; y los dulces tampoco son para dejar de salivar, no… Resolí al plato, que es un bizcocho borracho de café y anís, naranja rallada, crema de anís, miel y helado de canela o la sorprendente Macedonia de la Costa Tropical andaluza. Todo esto en carta, pero lo mejor es dejarse llevar por el Menú degustación de siete pasos con lo que ofrece el mercado cada día por 40 €.

Aquí se venera al aceite de oliva vigen extra, el único con el que cocinan, y por eso tienen un espacio para su venta, algunos incluso traídos de ‘casa’ del chef, como el de Pagos de Toral o El Henazar, con el que además La Panoteca elabora el pan de aceite que luego sirven en el restaurante. De Córdoba llega también el jamón ibérico de bellota (de Los Pedroches), los vinagres o algunos de los vinos que conforman la genial carta. Más de 20 referencias entre espumosos, generosos, rosados, blancos y tintos, con o sin D.O.

Un lugar con tanta magia en la cocina, no podía perder el duende en la sala y desde luego que no es así. Nada más entrar se siente el buen ambiente. Recibe la barra, que tiene carta propia y desde la que se atisba la cocina, y al fondo tras un pasillo, la sala. La preciosa decoración es de corte industrial con vigas y ladrillo visto, bombillas desnudas y sillas estucadas en grises y blancos. Unas coloridas macetas del revés con claveles adornan las mesas y en una de las paredes, tras una cristalera, se deja ver una especie de corrala, que hace que cada visita a La Malaje sea un pequeño viaje exprés al corazón de Andalucía.

El precio medio en La Malaje (www.lamalaje.es) es de 35 € en mesa y unos 15 € en barra. También ofrecen un plato del día (para servirse a discreción) con entrante previo y postre o café por 12’90 €. Tiene capacidad para 33 personas en sala y para 20 más en la zona de la barra entre mesas altas, barriles y alguna mesa baja. Para facilitar el acceso, la primera hora del parking situado en el número 11 de la misma calle corre a cuenta del restaurante. Abre de 13:00 a 00:00 horas ininterrumpidamente de martes a sábado, los domingos solo a mediodía, de 13:00 a 16:00 horas y los lunes, como dicen en su web… ¡a descansar, quillo!