La Ley de aceiteras irrellenables en bares y restaurantes cumple dos años con grandes incumplimientos

El 1 de marzo del 2014 entró en vigor de forma obligatoria el Real Decreto 895/2013 de 15 de Noviembre que prohibía el uso de aceiteras rellenables en el Canal de Hostelería y Restauración. Casi dos años después de su entrada en vigor, su cumplimiento está lejos de lo que se preveía. Y así lo están denunciando en los últimos meses tanto el sector productor cooperativo como organizaciones agrarias como Asaja y reconociéndolo incluso en público la propia Junta de Andalucía. El vicesecretario general de la Consejería de Agricultura, Ricardo Domínguez García Baquero, aseguraba durante su presencia en las X Jornadas de Alcuza que “en el tema de los tapones irrellenables de las aceiteras ha habido cierta relajación y debemos ser más exigentes”. Los altos precios del aceite de oliva durante los últimos meses, con un encarecimiento medio del 50% en relación a los de la primavera del 2014 en determinados meses del 2015, han favorecido aún más su incumplimiento.


Hace semanas, Cooperativas Agroalimentarias de Andalucía, que agrupa y representan a los grandes grupos productores aceiteros andaluces como Dcoop, Jaencoop u Olivar de Segura entre otros, aseguraba que “cuando se han cumplido dos años desde la publicación del Real Decreto 895/2013, por el que se prohibía el uso de aceiteras rellenables en el canal HORECA (hostelería y restauración), la sectorial quiere llamar la atención sobre el hecho de que, mientras algunos establecimientos no sólo cumplen con la normativa sino que están contribuyendo a difundir la cultura del aceite, otros, en cambio, continúan sin atenerse a lo estipulado en la ley”.


Y no dudan en señalar que se trata de una práctica más extendida de lo habitual. “Si bien los controles realizados por la Administración aseguran que el incumplimiento se halla en valores mínimos, el Consejo Sectorial de Aceite de Oliva asegura haber comprobado in situ y haber recibido informaciones sobre numerosos locales donde los envases no cumplen con la norma, lo que supone una infracción legal, un perjuicio para los intereses de los consumidores y una amenaza a la imagen de los aceites de oliva de calidad, lo que se debe corregir intensificando las inspecciones”, aseguran desde Cooperativas. En su día, la denominada Asociación de Restaurantes Sostenibles recomendaba a sus asociados como saltarse la Ley mediante la mezcla de aceites de oliva con condimentos como ajos, guindillas o aromáticas mostrando con etiquetas que se trataba de un aderezo y no de aceite de oliva propiamente. Muchos establecimiento ni tan siquiera recurren a esta argucia. Y nadie se lo impide.