Grupos hoteleros invierten entre 3 y 7 millones de euros en fincas singulares

Si bien es cierto que durante estos años de crisis ha habido una retracción del sector inmobiliario debido a la desconfianza generalizada a la hora de invertir en inmuebles, lo cierto es que ahora son muchos los inversores particulares o fondos de inversión que valoran adquirir inmuebles con un valor patrimonial notable, tales como conventos y monasterios abandonados, para explotarlos como hoteles o complejos turísticos. 

Según Robert Menetray Doval, fundador de Lançois Doval, consultora especializada en la venta de propiedades de prestigio, empresas y activos inmobiliarios singulares añade, “cada vez es más importante para grupos hoteleros o de inversión inmobiliaria la localización de ubicaciones únicas donde desarrollar nuevas iniciativas de negocio. Por ello,  les facilitamos asesoramiento, entre otras acciones y servicios, que les permite disponer de información sobre posibles propiedades históricas o emblemáticas en venta. Un ejemplo son las dos últimas propiedades adquiridas por parte de un inversor nacional, estando una de ellas valorada en 3.800.000 de euros, y que han sido localizadas gracias a nuestros servicios”.

 

Perfil de los inversores

Según explican desde la consultora, si se analiza el perfil de los inversores se observa que, dependiendo de la ubicación de la propiedad, el 80 % de los compradores son nacionales, encontrando entre ellos desde grupos especializados en hoteles con encanto, hasta fondos de inversión. La historia y singularidad del producto siempre es un valor añadido que el comprador nacional estudia con más atención. Asimismo, estos también valoran la posibilidad de adquirir fincas emplazadas en el interior peninsular. En su lugar, los inversores internacionales se centran más en zonas prime de Madrid y Barcelona, y en zonas de costa o preferentemente turísticas.

 

Seguridad

Los activos inmobiliarios singulares son un refugio muy seguro para el dinero de los inversores. Y es que no existe mejor manera de vincular una actividad económica con la historia o el pasado de una región que sirviéndose de un edifico histórico para desarrollar dicha actividad. Los activos singulares debido a sus características especiales no están tan sujetos a las oscilaciones del mercado y pierden poco valor.

De todas formas, los precios de este tipo de propiedades se han ajustado entre un 20% y un 45 % dependiendo de la zona y tipología del producto, si los comparamos con los precios vigentes antes de la crisis. “Por ejemplo, la finca adquirida recientemente por un inversor nacional, que estaba valorada en 3.800.000 de euros, ha sido comprada después de una rápida negociación, en 3.400.000 de euros, a lo que habrá que sumarle una importante inversión en rehabilitación para su destino a hotel. Todo esto se resume en una frase: Comprar lo mejor a un precio de mercado correcto.”, añaden desde Lançois Doval.

Asimismo, encajan a la perfección con lo que se precisa para albergar un establecimiento hostelero o un alojamiento rural. Gruesos muros, amplias, numerosas y variadas estancias, patios centrales o aledaños y un marco natural excepcional convierten a conventos y monasterios en atractivos hoteles de interior.

 

Conexión

Otro factor a tener en cuenta las conexiones con núcleos habitados de distinto tamaño también han mejorado mucho en los últimos tiempos. Fruto de los planes de revitalización de áreas rurales y de las propias iniciativas público-privadas para atraer más inversiones a estas zonas, muchos caminos han sido actualizados y permiten el paso de vehículos hasta la entrada de los edificios históricos, sin perder un factor importante a tener siempre en cuenta, la intimidad, tranquilidad y singularidad de la propiedad.

 

Acerca de Lançois Doval: www.lancoisdoval.es

Lançois Doval es una empresa especializada en la comunicación y marketing inmobiliario, para la venta  o alquiler de inmuebles, patrimonios de prestigio y empresas. Ofrece servicios integrales de comunicación especializados, adaptados a las características que precisa la venta o alquiler de activos como fincas, chalets, hoteles, casas rurales, edificios históricos, inmuebles singulares, empresas y negocios.