Gamba Natural.... naturalmente buena y sostenible

Recién pescados, ricos y ‘preocupados’ por el medio ambiente, premisas que gustan cada vez a más paladares, por lo que la ‘pesca’  de estos langostinos crece y los puntos de venta también, posicionando esta empresa nacional en el mercado. Eso sí, los mares siguen intactos… www.gambanatural.es.

Muchos hemos pasado el verano en la costa -que vivimos en una península y hay que aprovecharlo- y al estar cerca del mar, el marisco y el pescado se convierten más que nunca en un must de la dieta y decimos más que nunca porque ya somos uno de los mayores consumidores, concretamente, el tercero de Europa. Dependiendo de la zona, son unos u otros los que cobran protagonismo, pero las gambas – bueno en este caso hablaremos de langostinos- no suelen faltar en ningún chiringuito. Divertidos de comer, y es que nos encanta chupar cabezas y pringarnos las manos o ser los más hábiles con cuchillo y tenedor, sea cual sea la elección, gustan a toda la familia y son fáciles de preparar; así que, ¿por qué no disfrutar de unos igual o incluso más frescos durante todo el año, 100% naturales y además ‘preocupados’ por el medio ambiente?

Hablamos de los langostinos que cría la empresa ecofriendly Gamba Natural (www.gambanatural.es). Sí sí, son sostenibles, no se esquilman mares con su pesca y por tanto son perfectos para todos aquellos -por suerte cada vez más-, que se preocupan por el medio ambiente y la trazabilidad y además disfrutan saboreando un producto que sabe a lo que realmente tiene que saber. Son crustáceos tan ‘sanos’ (no llevan conservantes, ni sulfitos y no se tratan con química ni antibióticos) que incluso algunos alérgicos al marisco han podido comerlos sin que les haga ningún tipo de reacción*, algo importante, ya que una reciente encuesta señala que en uno de cada cuatro hogares algún miembro sufre una intolerancia o alergia. Desde hace unos años, gracias a Gamba Natural podemos decir que tenemos a nuestro alcance los más frescos y naturales del mercado y además nacionales. Ah, y ricos ricos, y cada vez con más incondicionales, de ahí que sus puntos de venta crezcan, al igual que los restaurantes de alta cocina donde pueden saborearse.

Se pueden comprar ya cocidos según las recomendaciones del internacional chef Sergi Arola, -que además es imagen de la marca-, en los Supermercados Plaza y Makro, donde también los venden sin cocer. Por supuesto, en estas grandes superficies se cumplen y respetan las máximas de la empresa: natural, sin congelar y sin tóxicos. Quienes los prefieran en crudo y directamente en la puerta de su casa, también lo tienen muy fácil, tan solo hay que elegir la cantidad y el calibre de las piezas en www.gambanatural.es y hacer el pedido. Sin duda, será una buena opción, porque en tartar, carpaccio, ceviche -sí, el raw es tendencia-… están realmente deliciosos y son recetas sanas e ideales para apreciar su inigualable sabor y textura. PVP: Cocidos de venta en Supermercados Plaza en envases de 300 gramos (9,90 €) o a granel (29,90 €), listos para consumir y en crudo en la web de la firma desde 28 €/kilo.

Gamba Natural (www.gambanatural.es) es una empresa ecofriendly, sin contaminantes ni otras sustancias químicas, que apuesta por no agotar aún más los océanos del mundo con la sobrepesca, y es además autosuficiente. Un sorprendente I+D+i dirigido por dos noruegos, Bjorn Aspheim y Jan Skybak, que enamora en Europa. Ya forman parte de APROMAR (Asociación Empresarial de Productores de Cultivos Marinos de España) y su buen hacer ha sido reconocido por Los I Premios GastroActitud Compromiso con la Tierra. Además, el Magrama impulsa en España la campaña ‘Criado en la UE’ aquí damos un paso más y directamente apostamos por un producto 100% español que dice sí a la acuicultura sostenible y que no deja de conquistar paladares.

*Testimonio de Marga Santamaría, presidenta de la Asociación Nacional de Afectados por Dimetilfumarato (ANDAFED), aunque no todas las personas pueden reaccionar del mismo modo. Gamba Natural no se responsabiliza de posibles efectos en otros casos, ya que el grado de tolerancia ha de estar supervisado por un médico.