Felipe Reyes, Miguel Ángel Muñoz y Jorge Arévalo reviven sus Momentos Inesperadamente Únicos para Mar de Frades

La vida son instantes que se cruzan en el tiempo. La vida está hecha de momentos. Así como el camino se construye paso a paso, la vida se hace momento a momento. La vida se compone de una sucesión de momentos que vamos coleccionando, eso que recuerdas con sólo cerrar los ojos, que hacen suspirar, sonreír, llorar… Porque, ¡la vida hay que vivirla!

El dramaturgo y novelista estadounidense Thornton Wilder ya dijo en su día que “Los mayores momentos de la vida vienen por sí solos. No tiene sentido esperarlos”, mientras que el poeta español Joan Vinyoli explicaba que “La vida vale la pena por esos momentos inesperados de intensa felicidad que no podemos hacer nuestra del todo, ni retenerla mucho tiempo”.

Y es que lo único se hace extraordinario cuando además es inesperado. Los pequeños detalles son los que hacen las grandes cosas. Y deberíamos de ser capaces de encontrar la belleza en cada pequeña cosa, en cada pequeño detalle que nos rodea. Tal y como lo hace cada año Mar de Frades en la elaboración de su vino.

Mar de Frades nos brinda para la ocasión experiencias únicas, exclusivas e inesperadas que sirven de inspiración a través de siete reconocidas personalidades que destacan en diferentes ámbitos profesionales. Siete vídeos que Mar de Frades comparte con su público a través de su web http://www.mardefrades.es/inesperadamente-unico.

El jugador de baloncesto Felipe Reyes, el actor Miguel Ángel Muñoz, el chef Paco Pérez, el diseñador Juan Duyos, el arquitecto Alberto Marcos, el escultor Víctor Ochoa y el ilustrador Jorge Arévalo narran en primera persona aquello inesperado y único que se ha quedado grabado en su memoria, compartiendo sus experiencias y reflexiones. 

“Yo tengo momentos inesperados, como encontrarme con un amigo que hace tiempo que no veo, y únicos, como mi mujer y mis hijos. Yo siempre digo que el secreto está en vivir con pasión tu día a día”, confiesa Paco Pérez. La humildad y el trabajo definen a este chef que entiende que sin las emociones, que nos definen como seres humanos, no seríamos lo que somos. Y recuerda un momento único, su primera experiencia en El Bulli en 1993: “Fue la primera vez que empecé a ver la cocina de una forma totalmente diferente. Me acuerdo del arroz a la cubana, el pollo al curry… Que hizo que no durmiera en toda la noche”.

El jugador de baloncesto y capitán del Real Madrid Felipe Reyes ha tenido la suerte de vivir grandes éxitos junto a su equipo. Pero el que quizá recuerda con más cariño es “la Final Four (Euroliga) del año pasado, por levantar ese título que llevábamos tanto persiguiendo”. 2015 fue un gran año también personal: “Fui padre de una hija maravillosa, un sueño hecho realidad. De aquí en adelante, mi sueño es ser feliz, disfrutar de la vida y la familia”.

Otro que jugó también en el Real Madrid, pero en fútbol, fue el actor Miguel Ángel Muñoz, y fue precisamente allí cuando le cambió la vida: “Tenía 8 ó 9 años y jugaba en los alevines. Un día estando en la antigua ciudad deportiva, una amiga de mis padres actriz les pidió que si podía llevar una foto mía a su agencia. Al día siguiente me llamaron para grabar un anuncio”. Fue algo inesperado, pero al poco tiempo dejó incluso el fútbol y el colegio durante tres meses para ir a rodar a Sanlúcar de Barrameda con Jaime de Armiñán y Paco Rabal: “Una experiencia que me ha marcado para siempre”.

Y aunque ha tenido muchos momentos inolvidables, uno de los más felices de su vida fue “en Rumanía cuando rodé una de las escenas más importantes de “What About Love” junto a Andy García y Sharon Stone”. Según Muñoz, “inesperado es lo que te cambia la vida y creo que siempre de manera positiva, aunque no siempre lo sepamos ver”.

Para el artista, una experiencia inesperadamente única es charlar con su tata de 91 años: “Me ocupo de ella todo lo que puedo, como ella hizo cuando era pequeño. Se lo recomiendo a todo el mundo, porque la vida pasa y las personas que tenemos más cerca y que más queremos son muchas veces con las que menos compartimos.

Y nos damos cuenta un día que no nos ha dado tiempo a compartir y disfrutar con ellos tantas cosas”, confiesa.

Una filosofía que comparte el escultor Víctor Ochoa:Único para mí es algo que puede desaparecer. Realmente las cosas no valen más porque duren más, se conserven mejor, sino precisamente por esa fragilidad que tienen que si se pierde se ha perdido todo. Una de las esculturas más importantes, yo creo que la más importante, que existe es el famoso Caballo de Leonardo Da Vinci. Y desapareció. Es curioso cómo las cosas que han desaparecido y sólo viven en el recuerdo de lo que han sido, tienen un valor muy especial. Por eso para mí es único aquello que puede desaparecer si no lo cuidamos y no lo mantenemos”.

El artista, que derrocha fuerza y energía, confiesa una gran historia que le marcó: “Al hacer la reforma de la Capilla de los Medici una cripta donde parece que se escondía Miguel Ángel cuando llegaban visitas inesperadas a ver las obras. Y habían aparecido dibujos suyos hechos con carbón en las paredes. Es tan pequeña, que tienes que bajar solo, los guardias están arriba. Y me encontré de repente solo en un sótano pequeñísimo de tres metros de largo por uno y medio. Y fui con el dedo y me detuve hasta casi tocar el carbón, soplé con fuerza y me di cuenta de que el carbón se podía ir. Me quedé alucionado. El hecho de haber podido sentir el propio carboncillo que hace 500 años Miguel Ángel con su mano había trazado… Me pareció una cosa única en la vida. Luego no entendía cómo no lo habían cubierto, cómo dejaban entrar….”. 

Y es que para el escultor “La esencia del arte está en esa humanidad compartida. No en mi universo personal o en mi mundo, sino en lo que soy capaz de transmitir hacia los demás. Poder hacerles ver mundos que ellos no son capaces de crear”. 

El arquitecto Alberto Marcos, que también colabora en este proyecto, confiesa que “no se pude vivir sin poesía. Aunque suene muy duro y muy grande, hay que vivir en el amor por lo que nos rodea. En saber percibir la belleza y las cosas buenas. Muchas veces nos sumergimos en todos los problemas que nos rodean, y no hay más que mirar por esa ventana, acercarse a un buen edificio para llenar el alma”.

Para él, un momento muy emocionante, entre tantos otros, es bajar por el Gran Canal y llegar a la Plaza de San Marcos: “Tener a un lado el Palacio de los Dux, uno de los edificios más bellos que jamás han sido construidos. Y al otro lado la biblioteca San Sansovina. Y entrar en esa plaza en la que en un momento determinado hay treinta centímetros de agua. Todo duplicado, y todo convertido en infinito. Yo creo que es un momento inesperadamente único”, recrea el arquitecto.

Los siete protagonistas abren su alma y su corazón gracias a este vino elegante y sofisticado con matices que nos trasladan a experiencias inesperadas y únicas. Es en ese momento cuando lo único se hace extraordinario.

 

Sobre Mar de Frades

Bodegas Mar de Frades nace en 1987 y su trayectoria es paralela a la de la D. O. Rías Baixas. Pionera en la zona, representa la interpretación de la más arraigada tradición del Valle del Salnés, capital histórica del albariño. Sus nuevas instalaciones se inauguraron en 2007, situadas a pie del viñedo Finca Valiñas, en la ladera sur del monte del mismo nombre en el centro del valle del Salnés, con la ría de Arosa enfrente, donde llegan las brisas del Atlántico atemperado por la ría y el lugar de origen de las primeras cepas de albariño.

Acompañando al desnivel de la finca, el edificio de Mar de Frades se integra en el paisaje revestido del gris granito tan característico y cubierto con cobre, bruñido por los rigores del clima gallego. Recibe al visitante y da entrada a la bodega la figura de una vela simbólica de nuestro barco, rasgo de identidad de Mar de Frades.

Con más de veinte años de antigüedad, las parras de albariño se elevan emparradas formando un tapiz alejado de la humedad del suelo y recibiendo la brisa que llega del Atlántico. Un suelo extremadamente pobre y poco profundo formado por arenas de descomposición de granito imprime el carácter mineral de sus vinos. www.mardefrades.es

El Albariño ofrece momentos únicos e inesperados, que trasladan a las orillas del Atlántico y recuerdan la llegada de la vendimia y el soplo de este vino salino. Porque hay que tener la capacidad de encontrar la belleza en cada pequeña cosa, en cada pequeño detalle que nos rodea, algo que es capaz de volcarlo cada año Mar de Frades en la elaboración de su vino.