Enrique Tomás, Primer Premio Tapa de Oro 2016

El premio ha sido concedido por la Academia de la Tapa de Madrid, por la calidad y servicio en sus tiendas

La Academia de la Tapa de Madrid a propuesta de la Junta Directiva y ratificada por su Presidente Joaquín Ruibérriz de Torres, ha concedido el Primer Premio Tapa de Oro 2016 a Enrique Tomás, por la máxima calidad de sus productos Ibéricos, por el buen servicio en sus tiendas y por su labor llevada a cabo en la promoción, fomento, divulgación de la tapa.

La Academia de la Tapa de Madrid (www.academiadelatapademadrid.com) ha valorado muy especialmente conceptos como la trayectoria profesional de más de 40 años en el mundo de la hostelería, la expansión nacional e internacional del jamón y de los productos Ibéricos de calidad a través de sus tiendas, por convertirse en una compañía global, por su concepto novedoso, diferente, fresco, creativo y sostenible de sus tiendas y por su división de I+D+i.

Enrique Tomás cuenta actualmente con 83 tiendas abiertas a nivel nacional, tres en Londres y una facturación de más de 65 millones de euros. Actualmente cuenta con un ambicioso plan de expansión internacional.

El empresario Enrique Tomás de 50 años, es un ejemplo de excelencia y evolución sectorial. Su personalidad dinámica, talento,  esfuerzo, tenacidad, perfección, capacidad de innovación, aptitud y su reconocimiento empresarial, le convierten en un magnífico embajador de nuestras tapas, de los valores en el mundo, de su vocación internacional y de la confianza hacia los clientes.  

Sobre Enrique Tomás

El empresario inició su actividad hace 34 años en un puesto de charcutería del mercado de la Salud de Badalona. Gracias a la experiencia acumulada y a una gran intuición empresarial, Tomás inició en 1982 la apertura de establecimientos propios y se expandió por toda la provincia de Barcelona. Paralelamente, creó y diseñó la estructura corporativa necesaria para que la gestión de los diferentes comercios fuera homogénea, sostenible y rentable.
El tratamiento y cuidado del producto, la constatación de que la mejor manera de atender a los clientes es garantizar la calidad, y la percepción clara de que “una venta no termina cuando el cliente paga, si no cuando el cliente vuelve”, son los pilares de la manera de trabajar de Enrique Tomás.