DOM PÉRIGNON - Edición Limitada por MICHAEL RIEDEL

El famoso artista alemán Michael Riedel crea universos ópticos marcados por el dinamismo que capturan a la perfección la armoniosa energía y el sabor único de los champanes de añada de Dom Pérignon. Esta colaboración constituye un encuentro extraordinario de mentalidades que comparten la idea de la transformación expresada visualmente a través de la distinguida y exclusiva caja y las etiquetas de edición limitada diseñadas por Riedel, y también sensorialmente por los opulentos y penetrantes aromas de los vinos.


En el corazón de Dom Pérignon late el «Poder de la creación», el arte de la paciencia, de saber esperar hasta que se producen misteriosas transformaciones. Hoy alcanzan su Primera Plenitud las añadas de Dom Pérignon Vintage 2006 y Rosé 2004. Un momento especial en la vida evolutiva de un champán, en el que el creador de Dom Pérignon finalmente decide que está preparado para desvelar su esplendor al mundo por primera vez.


Riedel es famoso por su afinidad con las transformaciones. De manera muy similar a la lenta y prodigiosa transformación de los vinos con el paso de los años, este artista alemán es especialista en permutar y transformar los materiales. Para Dom Pérignon, ha tomado las letras D y P del nombre de nuestra marca con el fin de crear una poética metáfora óptica del discurrir del tiempo, para lo cual ha diseñado un complejo entramado de capas compuesto por las dos letras distribuidas a lo largo de la caja y las etiquetas de las botellas. El resultado es una singular combinación de superposición, deconstrucción y agregación de las letras D y P.


Este patrón sirve de eco a los carteles utilizados como fondo decorativo en la exposición que el artista ha celebrado esta primavera en la sala David Zwirner de Nueva York. El texto de los carteles procede de una página web especializada en la venta de materiales de bellas artes de exquisita calidad. Al recurrir a este texto, Riedel subvierte el uso previsto para los productos puestos a la venta y explota la información como material artístico no definido. Aplicando una disposición en láminas casi ilegible, transformó las paredes del cubículo blanco en muros blancos compuestos de texto.


Cada una de las etapas evolutivas de sus vinos contribuye a redondear la hermosa singularidad de Dom Pérignon. Esos extraordinarios y progresivos pasos de refinamiento se denominan «Plenitudes», en las que el champán alcanza nuevas cotas de calidad y sus aromas se transforman. Desde una Plenitud hasta la siguiente, el «Poder de la creación» de Dom Pérignon se afirma con perfeccionamiento discreto, mientras la añada gana en intensidad e intriga con cada mes de guarda. Finalmente, saldrá de la oscuridad para desvelar todo su esplendor.


La Primera Plenitud se desvela una vez transcurrido un periodo mínimo de ocho años de evolución en las bodegas, lo cual varía en función de las características de cada añada. Es entonces cuando el vino personifica el perfecto equilibrio de Dom Pérignon y cumple rotundamente su mayor promesa. Es la Plenitud de la armonía.
 


El poder de la creación de Dom Pérignon
Dom Pérignon mantiene un compromiso inquebrantable con sus espumosos de añada. Cada botella de Dom Pérignon constituye un auténtico acto creador derivado de uvas seleccionadas entre las mejores. La intensidad de este champán se basa en la precisión, en su aura misteriosa y atractiva. Cada Vintage vive tres Plenitudes, lo cual simboliza la fe absoluta que depositamos en el «Poder de la creación». Una fe que renueva constantemente la labor de nuestro Chef de Cave, Richard Geoffroy. Todo ello acompañado por un gran sentido del juego y el disfrute que permite a Dom Pérignon servir de inspiración a los creadores y artistas más destacados del mundo.

Acerca de Michael Riedel
La propuesta de Michael Riedel conforma un sistema artístico autónomo y autosuficiente. El hecho de convertir la comunicación en el pilar central de su práctica artística hace posible visualizar los materiales textuales resultantes continuamente en nuevas formas. Si bien sus obras presentan cierta afinidad con el arte pop y el apropiacionismo, representan una huida respecto a la reproducción mecánica y los simulacros de las generaciones anteriores. De una manera más específica, se compromete con las posibilidades estéticas derivadas de la digitalización y explota la idea de transferencia como nuevos contenidos por derecho propio.

Riedel ha participado en exposiciones individuales y colectivas organizadas en instituciones destacadas, repartidas por toda Europa y Estados Unidos, como el Kunstverein de Braunschweig, Alemania (2015); el Kunstverein de Hamburgo (2010); el Städel Museum de Frankfurt (2009 y 2008); la Galleria Civica d’Arte Moderna e Contemporanea (GAM) de Turín (2010) y la Tate Modern de Londres (2009). Entre 2013 y 2015, presentó tres instalaciones concebidas para sus ubicaciones específicas en el Palais de Tokyo de París.

Así es como el propio Riedel describe su trabajo: «¿Acaso no vivimos en una cultura marcada fundamentalmente por la sustitución, donde todo debe hacerse legible? Yo no estoy enamorado del lenguaje; — es la traducción lo que me da trabajo. Y si existe una fascinación, se debe al hecho de que juntar palabras se ha convertido en verter los textos en un contenedor».


Notas de Cata


Dom Pérignon Vintage 2006
Características de la añada: La añada de 2006 está marcada por la variabilidad en las condiciones meteorológicas de ese año que, en general, fue cálido y seco. En julio reinó un calor sofocante, mientras que en agosto predominaron las temperaturas excepcionalmente suaves y las lluvias. Posteriormente, el verano regresó en una versión dulcificada para el mes de septiembre, lo cual permitió afinar las condiciones de la añada al secar las primeras áreas afectadas por la botritización y favorecer la maduración de las uvas hasta un punto superior al habitual. La vendimia se inició el 11 de septiembre y se prolongó durante casi cuatro semanas.

Nariz: La primera impresión que nos asalta es la suavidad de sus aromas: puros, ligeros, vivos y brillantes. A continuación, nacen los aromas florales y los tonos afrutados que no tardan en cobrar intensidad para tornarse en fruta madura o escarchada, notas tostadas y matices de heno, sumado a destellos de regaliz.

Paladar: «La opulencia de este vino, contenido y suculento, de alma bien redondeada, se revela en la boca». No tarda en desvelar su potencial y abrirse para ganar en complejidad y provocación, con un tacto donde la sedosidad predomina sobre la cremosidad. «El conjunto termina evolucionando hasta adquirir un exquisito toque amargo modulado por el recuerdo salobre del mar».


Dom Pérignon Rosé Vintage 2004
Características de la añada: La combinación de sencillez y corpulencia de la añada 2004 dejará su marca en la historia de Dom Pérignon. En marcado contraste con el año anterior, las vides disfrutaron de unas magníficas condiciones de estabilidad en la fase de desarrollo vegetativo, con racimos de buen tamaño y granos abundantes.
Durante la mayor parte de la temporada no se registraron valores extremos – incluso agosto fue un mes suave y fresco. Fue, precisamente, el calor seco de las últimas semanas el que dio el toque definitorio a la añada. La vendimia de las uvas, ya maduras y totalmente sanas, comenzó el 24 de septiembre.

Nariz : En nariz nos topamos con un champán vivo y nítido que ataca con aromas frescos e intensos a frutos rojos: grosellas y fresas salvajes, acompañadas de cálidas notas de heno, naranja sanguina y cacao.

Paladar: El ataque es suave y envolvente, pero la nota final destaca por un predominio de la precisión. La integridad bien moldeada del vino, su intensidad y su carácter penetrante se ven prolongados por unas inesperadas notas de cítricos verdes que caracterizan esta añada.

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