- Este vino blanco, con toque salino, ha conseguido 95 puntos de 100 entrando en la más alta categoría “outstanding”.
- Sara Janes Evans, Master of Wines, lo define como “elegante, puro y salino. Aromático y refinado, con generosa y jugosa fruta blanca, cercano y equilibrado”.
Una vez más Mar de Frades vuelve a sorprender y marcar las distancias quedando como el mejor albariño de los premios que organiza la prestigiosa publicación internacional Decanter, número uno en revistas especializadas en el sector del vino.
Con su toque salino único, Mar de Frades ha logrado 95 puntos de 100, entrando en la más alta categoría de “outstanding”, tras una cata realizada a ciegas por un panel de expertos Master Of Wines especializados en vinos españoles, como son Sarah Jane Evans, Pedro Ballesteros y Pierre Mansour.
En total, se cataron 93 albariños y Mar de Frades consiguió el primer puesto. Los expertos destacaron el carácter salino de Mar de Frades de manera especial, así como el trabajo de investigación y experimentación que la enóloga de la bodega Paula Fandiño está realizando actualmente con el envejecimiento del albariño y el trabajo sobre lías.
Sara Janes Evans alabó este vino de esta manera: “Es elegante, puro y salino. Aromático y refinado, con generosa y jugosa fruta blanca, cercano y equilibrado”.
Sobre Mar de Frades
Bodegas Mar de Frades nace en 1987 y su trayectoria es paralela a la de la D. O. Rías Baixas. Pionera en la zona, representa la interpretación de la más arraigada tradición del Valle del Salnés, capital histórica del albariño. Sus nuevas instalaciones se inauguraron en 2007, situadas a pie del viñedo Finca Valiñas, en la ladera sur del monte del mismo nombre en el centro del valle del Salnés, con la ría de Arosa enfrente, donde llegan las brisas del Atlántico atemperado por la ría y el lugar de origen de las primeras cepas de albariño.
Acompañando al desnivel de la finca, el edificio de Mar de Frades se integra en el paisaje revestido del gris granito tan característico y cubierto con cobre, bruñido por los rigores del clima gallego. Recibe al visitante y da entrada a la bodega la figura de una vela simbólica de nuestro barco, rasgo de identidad de Mar de Frades.
Con más de veinte años de antigüedad, las parras de albariño se elevan emparradas formando un tapiz alejado de la humedad del suelo y recibiendo la brisa que llega del Atlántico. Un suelo extremadamente pobre y poco profundo formado por arenas de descomposición de granito imprime el carácter mineral de sus vinos.
