Cinco razones para visitar la Ribeira Sacra durante el invierno

La Ribeira Sacra es una de las zonas más espectaculares de Galicia, así como una gran desconocida para muchos. Conocida como destino turístico durante la época estival y la temporada de vendimia, recientemente ha alcanzado un gran protagonismo por ser el escenario de Todo esto te daré, la última novela de Dolores Redondo con la que ha conseguido el Premio Planeta.

Pero lo que poca gente sabe es el encanto y majestuosidad que acompaña durante todo el año a la Ribeira Sacra y la gran cantidad de propuestas atractivas que existen para disfrutar de esta zona, especialmente en el mes de febrero.

Para aquellos que tienen dudas de por qué deberían visitar durante la época invernal esta zona gallega, desde Ponte da Boga te proponen cinco razones que no pasarán desapercibidas para los viajeros más audaces:

  1. Disfrutar del Entroido Riberao

El mes de febrero, por frío que parezca, es el mes más colorido del año en la Ribeira Sacra debido a su carnaval. El famoso Entroido Riberao reúne cada año en la zona de Chantada a una multitud que se acercan a disfrutar de la música, la gastronomía y los coloridos trajes que lo caracterizan. Es difícil resistirse a formar parte de esta fiesta que enamora a locales y visitantes y que este año se prolongará hasta el 28 de febrero.

  1. Recorrer los impresionantes cañones en un tren turístico

Se trata de un tren que es, en sí mismo, un viaje en el tiempo. En él se recorren los impresionantes cañones con desniveles de hasta un 70%, el abrupto paisaje de las laderas (abas) y sus famosos socalcos. Una experiencia imprescindible si se viaja a la zona durante la estación invernal.

  1. Visitar las bodegas de la zona

El paisaje de la Ribeira Sacra está jalonado de bancales repletos de cepas y de pequeñas bodegas en las que se practica la viticultura heroica, un proceso artesanal de cultivo de la vid bajo el que se califica únicamente al 5% del total de viñedos de toda Europa. El arduo trabajo de los viticultores de la zona y el microclima que se genera en torno a la cuenca del río convierten a esos vinos en una joya del sector vinícola español. 

Entre todas las que encontramos cabe destacar Ponte da Boga, la bodega más antigua de la zona, cuyo tinto Mencía 2015 ha sido calificado como el mejor tinto de la D.O. Ribeira Sacra. Durante estos meses, es posible hacer una visita guiada a esta bodega, que incluye un recorrido por sus viñedos, distribuidos en bancales por escarpadas laderas, y visitar las instalaciones para descubrir paso a paso todo el proceso de la elaboración del vino, desde el cultivo y recogida de la uva hasta el embotellado final. La visita es gratuita, dura unos 45 minutos e incluye degustación de los vinos de Ponte da Boga (www.pontedaboga.es) Toda una experiencia que acerca a los viajeros a los secretos de esta zona. Puedes hacerte una idea a través de este vídeo.

  1. Degustar la gastronomía gallega típica de invierno

Comer en Galicia es un placer sobradamente conocido y perseguido por sus visitantes. Y en los meses de invierno las propuestas gastronómicas se dirigen inevitablemente hacia el cocido gallego, plato estrella del mes de febrero en el que las carnes del cerdo, los garbanzos y los grelos son capaces de obrar el milagro en los fogones y aportar una experiencia única al comensal. Como broche de oro al banquete, nada mejor que añadir unas orejas de carnaval o unas filloas, dulces típicos de esta época.

  1. Conocer oficios casi extinguidos, aún vigentes en la zona

Otra de las actividades que puede ofrecer una visita invernal a la Ribeira Sacra consiste en acercarse a conocer de primera mano algunos oficios prácticamente abandonados que siguen vigentes en la zona. Es el caso de la alfarería de Gundivós, única porque se realiza en un torno manual y por su inconfundible color negro, que se consigue al quemar la pieza de barro directamente con fuego una vez ha salido del horno. También puede visitarse un telar tradicional e incluso talleres de cestería, albarderos y hojalateros.

Viajar en invierno es siempre un placer para los turistas más experimentados, pero si además se tienen en cuenta estas cinco razones, la visita a la Ribeira Sacra durante este época será inolvidable.