La capacidad económica, tecnológica y de movilidad determina el consumo de los mayores

Los mayores forman un colectivo muy diversificado que crece a pasos agigantados. La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que, para mediados de este siglo, se habrá duplicado la cantidad de personas mayores de 60 años y, por primera vez en la historia, quienes rebasen los 65 años superarán en número a los niños menores de cinco años.  

Para no perder de vista a esta población de futuro, HISPACOOP (la Confederación Española de Cooperativas de Consumidores y Usuarios a la que pertenece Fundación EROSKI) ha querido conocer sus dificultades de consumo en diferentes áreas: la alimentación y los bienes diarios, la salud, la vivienda y sus gastos, la oferta de transporte y el ocio, el equipamiento personal y las entidades financieras. 

Para ello, entre octubre y noviembre del pasado año, se realizaron 1.200 entrevistas a personas de entre 65 y 80 años. Además, se organizaron tres reuniones en Vitoria, Madrid y Sevilla para profundizar en la percepción sobre el consumo y el marco general del proceso de envejecimiento de las personas mayores.

 

Consumo durante el envejecimiento 

Los hogares sustentados por personas mayores de 65 años realizaron en 2013 un gasto medio de 23.236 euros. En total, más de 118 mil millones de euros que supusieron el 24% del gasto total de las familias españolas durante ese año (uno de cada cuatro euros gastados en los hogares españoles). Estos datos de la Encuesta de Presupuestos Familiares del INE reflejan la importancia del consumidor mayor. Sobre todo, si se tiene en cuenta la evolución de esta proporción, que ha pasado de significar el 18% en 2007 al 24% actual. 

El 41% de su presupuesto doméstico está destinado a la vivienda, el agua, la electricidad, el gas y otros combustibles. El 17% va a parar a los alimentos y las bebidas no alcohólicas. El resto se reparte, por orden, en varias partidas: transportes; hoteles, cafés y restaurantes; mobiliario y equipamiento del hogar y otros gastos corrientes de conservación de la vivienda; salud; ocio, espectáculos y cultura; comunicaciones; bebidas alcohólicas y tabaco; y enseñanza.

 

Dificultades en el consumo 

Más allá de la capacidad económica, son dos las variables principales que marcan las mayores o menores barreras al consumo de la población mayor: la mayor o menor distancia con la tecnología y la merma de las capacidades físicas relacionadas con la movilidad.  

Para cuantificar los problemas de consumo de la población mayor, se elaboró un Índice de Dificultades al Consumo (IDC). Este indicador evaluó los hábitos y las dificultades en las diferentes áreas de consumo. Así, el  IDC medio se sitúa en los 2,6 puntos sobre una escala de 1 (dificultades mínimas) y 10 (máximas). Aunque la media general indica un nivel de dificultades de consumo bajo, el IDC permitió comprobar que el 22% de las personas de entre 65 y 80 años encuestadas tienen problemas a la hora de consumir. Se engloban en tres grupos:

 

Ancianos solitarios con limitaciones físicas:

PERFIL. Suponen el 9% de la población total encuestada. Este grupo está formado íntegramente por mayores de 75 años. El 56% son hombres y el 44%, mujeres. El 59% es viudo y seis de cada diez viven solos. Respecto de su salud, el 67% tiene pérdida de agudeza visual, el 46% dificultades de movimiento y el 29% pérdida de oído. En cuanto a su capacidad económica, el 51% dispone de una renta mensual por debajo de los 1.000 euros. Por último, la capacitación tecnológica (el hábito de uso de los medios tecnológicos, como ordenadores o Internet) del 34% de las personas consultadas es nula y la del 56% baja.

CONSUMO. El IDC medio de este grupo es de 3,4 puntos. En alimentación y bienes diarios, el 68% aprecia dificultades en la lectura de etiquetas de precios, el 71% en los envases y el 58% en comprensión de etiquetas de precios. Un 26% ha necesitado un área de descanso, el 44% para transportar productos en cestas o carros. El 62% también ha tenido problemas para acceder a productos en estantes superiores y el 54% en los inferiores o subir los productos a la caja (50%) o transportar las compras a casa (55%). En vivienda y gastos, la mayoría delega en otros la relación con las empresas suministradoras. Se ven limitados para realizar reclamaciones, cambios de contrato, por lo que el 38% ha necesitado ayuda.

 

Ancianos tutelados sin interés por el consumo:

PERFIL. Suponen el 7% de las 1.200 personas encuestadas. El 68% es mujer. El 62% tiene más de 75 años. El 61% vive en pareja y un 36% con su familia extensa. Al preguntar por su salud, el 44% dice encontrarse bastante “fastidiado”. Un 82% ve dificultades de movimiento, el 76% pérdida de agudeza visual y el 61% de fuerza y resistencia. En cuanto a su capacidad económica, el 46% tiene un nivel de renta por debajo de 1.000 euros. Por último, el 33% tiene un nivel de capacitación tecnológica nulo y el 52% bajo.

CONSUMO. El IDC de este grupo es de 3,7 puntos. En alimentación y bienes diarios, el 10% tiene problemas para seguir una dieta sana y variada, por su salud. En torno al 45% ha tenido un mayor grado de dificultades de comprensión de precios, señalizaciones de ofertas y problemas de movilidad en tienda. También ven barreras en el transporte de productos (el 49%), en el acceso a productos por los estantes (60% superiores y 57%, inferiores), cintas de caja (58%) y transporte al domicilio (50%). En vivienda y gastos, reducen el consumo de luz (38%), gas (el 14%) y teléfono (el 16%), aunque las dificultades para abonar recibos no tienen casi incidencia. El 48% delega en otros la relación con las compañías de suministros porque precisa de ayuda.

 

Ancianos solitarios en riesgo:

PERFIL: Suponen el 5% del total de encuestados. El 70% tiene más de 75 años. El 57% son mujeres. La práctica totalidad son viudos y forman hogares unipersonales. En cuanto a su salud, el 63% dice encontrarse “fastidiado”. La gran mayoría ven mermadas la agudeza visual, la fuerza y el oído. El 60% también las de movimiento. En cuanto a su capacidad económica, el 33% tiene una pensión por debajo de los 600 euros y el 46% entre los 600 y 1.000 euros. La capacitación tecnológica del 71% es nula.

CONSUMO. Tienen un IDC de 4,9 puntos. En alimentación y bienes diarios, el 16% dice tener dificultades para seguir una dieta rica y variada, bien por su coste, problemas para ir a comprar o incluso desconocimiento. Son un colectivo con grandes dificultades en los espacios comerciales: la lectura de precios, de información de productos, necesidad de área de descanso, de un aseo, de transporte, apertura de envases… En vivienda y gastos, el 24% dice tener problemas para abonar luz, el 13% el gas y el 16%, el teléfono. El 65% delega la relación con empresas suministradoras y a un 23% le parece difícil comprender conceptos o facturas. El 76% son vulnerables para la comprensión de facturas, el 63% para las reclamaciones o incidencia por contestadores y el 31% han sido víctimas de engaños en su propia vivienda.