Rentokil Initial presenta su servicio de control de la calidad ambiental interior para espacios de trabajo cerrados

Un número elevado de casos de absentismo laboral por enfermedad o molestias como fatiga, dolores de cabeza o garganta, ojos irritados, guardan relación con la baja calidad ambiental interior de las instalaciones. Rentokil Initial ha presentado su servicio de mejora y control de la calidad ambiental interior, una solución que contribuye a prevenir el Síndrome del Edificio Enfermo.

Rentokil Initial introduce en España su servicio de mejora de la calidad ambiental en interiores, una nueva propuesta que permite a los responsables de instalaciones contar con un servicio de diagnóstico integral de las condiciones ambientales de sus edificios, incluyendo mediciones de contaminación físico-química, microbiología del aire y otros parámetros para prevenir el aumento de enfermedades entre los trabajadores y usuarios y cumplir con las obligaciones del Real Decreto 238/2013.

El nuevo servicio de Rentokil Initial se inicia con un diagnóstico de las instalaciones en el que se definen el número de puntos y los parámetros complementarios a evaluar en cada instalación. Partículas en suspensión, bacterias y hongos, niveles de CO2, CO y ozono, temperatura y humedad relativa, campos electromagnéticos y evaluación higiénica del sistema de climatización son algunos de los parámetros abordados en esta fase.

En caso de detectarse niveles de contaminación por encima de los establecidos en los conductos de aire acondicionado, el tratamiento de estos puntos es llevado a cabo por un equipo de profesionales certificados por la  FEDECAI (Federación Española de Empresas de Calidad Ambiental en Interiores). Para la higienización, éstos se apoyan en la tecnología más puntera del sector, lo que incluye robots de inspección y limpieza de los sistemas de climatización, entre otros recursos. Un informe técnico con conclusiones y recomendaciones ultima el servicio de calidad ambiental interior.

Edificios de oficinas, centros sanitarios y de enseñanza, hoteles, restaurantes, centros deportivos, centros comerciales y aeropuertos son algunos de los espacios que deben cumplir con las normativas actuales vigentes en materia de control y medición de la calidad ambiental. El nivel de contaminación del exterior, el diseño del sistema de ventilación y el acondicionamiento del aire, las condiciones de mantenimiento o la propia distribución de los espacios son algunos de los agentes que afectan a dicha calidad. Cuando ésta se resiente, deriva en multitud de síntomas relacionados con el síndrome del edificio enfermo, que en definitiva implica un aumento del absentismo por enfermedad, un empeoramiento notable del clima laboral, pérdida de imagen corporativa e incluso sanciones administrativas.

Según el Centro Nacional de Condiciones de Trabajo, los habitantes de las ciudades pasan entre el 58 y el 78% de su tiempo en un ambiente interior contaminado en mayor o menor grado. Contar con un óptimo nivel ambiental en el entorno laboral, conlleva una repercusión directa en la salud de los empleados y en la consolidación de un mejor clima de trabajo.