En el mundo del champagne, solo los mejores vinos de prestigiosos pagos ensamblados consignan en la etiqueta la mención vintage, cuando la cosecha ha sido excepcional. Pero en un champagne de añada, la calidad de la cosecha no lo es todo, sino que se requiere del talento y la pericia del bodeguero para crear un vino fuera de lo común, que se mantendrá en secreto mucho tiempo antes de regalárselo al mundo.
Dominique Demarville, Chef de Caves de Veuve Clicquot, ha sido el encargado de ensamblar Veuve Clicquot Vintage 2008, un champagne que refleja como todos los vintage, el tiempo y el clima de ese año. Y 2008 fue un año soberbio, en el que las uvas maduraron en excelentes condiciones. La cosecha tuvo lugar al mismo tiempo en toda la región de Champagne, entre mediados de septiembre y principios de octubre bajo condiciones óptimas, dando como resultado unos vinos de calidad excepcional con un gran potencial.
Es por ello que Veuve Clicquot ha declarado al 2008 el tercer Vintage de la década después del Vintage 2002 y 2004; el número 65 de la Maison desde que se creó el primero en 1810.