Al día

Fernando Mendieta
Responsable de la Zona Centro de BODEGAS HABLA

“El mejor vino es aquel que acompaña un buen momento”

¿Cómo definirías la filosofía de vuestra bodega? ¿Os consideráis tradicionales o modernistas?
La filosofía de la bodega es demostrar que el hecho de que estemos ubicados en Trujillo, en Cáceres, no implica que los vinos extremeños no puedan ser elegantes, sofisticados, deliciosos, y que puedan tener una enología correctísima. Además, así lo hemos demostrado con una serie de premios, que luego puedo detallarte, y siendo capaces de aterrizar en otras zonas, como hemos hecho recientemente con Francia, y demostrar que somos capaces de hacer grandes vinos, que el consumidor los aprecie y que además, ponga en valor nuestra marca en el mercado.

Somos una bodega vanguardista, inquieta, novedosa, que persigue la excelencia. Una bodega que persigue ser un lujo, pero el lujo entendido como asequible.Nuestro nombre, Habla, es un homenaje al escultor Miguel Ángel, que fue un emprendedor en su época, un hombre rebelde. Cuando terminó su Moisés vio tal perfección en su estatua que cuenta la leyenda que le dió con el cincel en la rodilla y le gritó “¡Habla!”. Es un homenaje al arte, porque entendemos que, igual que en el arte, la naturaleza crea obras únicas, que son nuestros vinos. Es nuestra filosofía de ser.

Defíname sus vinos, ¿como son? ¿Hasta donde quieren llegar con ellos?
Nuestros vinos sobre todo son fáciles de beber, diferentes, sorprendentes, exclusivos. Marcan una línea que no estaba trabajada en España, a pesar del gran número de marcas, etiquetas y conceptos de vino que ya existen. Hemos definido a través de una enología respetuosa con el medio ambiente, ya que trabajamos a nivel ecológico, unos vinos absolutamente diferentes trabajando con las mismas variedades que  otras zonas de España, como pueden ser el tempranillo, el cavernet sauvignon, el sauvignon blanc o el syrach. Y hemos conseguido aportar ese valor añadido que es mantener un perfil diferente, una personalidad y un protagonismo que al final reivindica esta forma de entender el vino y que el consumidor está valorando muchísimo. Nuestra presencia en Madrid Fusión está siendo un éxito porque realmente ya somos un vino solicitado, sobre todo nuestro famoso Habla del Silencio. 

¿Cual es el público actual de los vinos Habla y a que target quiere conquistar?
Nuestro público ahora mismo es un público aficionado al vino que demanda novedades. Es verdad que por los productos que vamos sacando ahora al mercado, por la parte más fresca -los vinos que requieren menos crianza- pretendemos llegar al público joven, porque no tiene que entender demasiado de vino para poder disfrutar del vino. Nuestra tendencia es que la gente joven también pueda consumir el vino y que entienda que nos preocupa que lo puedan seguir defendiendo generación tras generación.

Los vinos de Habla se comercializan tanto en el mercado nacional como en el internacional, ¿de que porcentajes estamos hablando?
Vendemos prácticamente toda nuestra producción en España, pero tanto en Europa como en Asia y Latinoamérica tenemos ya exportación a 30 países. La producción que se vende en el mercado nacional suele ser un 80% y un 20% se destina al mercado internacional.

Sus vinos son reconocidos y han conseguido premios importantes, ¿no se están poniendo el listón muy alto?
Siempre nos vamos a poner el listón muy alto porque para nosotros el listón es el que define nuestra aspiración de ser tratar de hacer el mejor vino que podamos hacer. Siempre vamos a darlo todo. Soy de los que piensa que una bodega que lo haga bien, cada año va a tener un vino más rico que el año anterior, porque tenemos un año más de experiencia y la planta tiene un año más de vida y eso para nosotros es un factor de conocimiento.

Las ediciones limitadas no los reeditamos porque el concepto es que cada añada es diferente. El perfil de los vinos no va a dejar de ser el mismo, pero es verdad que cada añada es completamente diferente. Y los habla Nº son nuestras ediciones limitadas de esa añada. Son únicos e irrepetibles, porque tienen el perfil de esa añada. El coupage o el hecho de que sea monovarietal o no lo va a decidir la añada, la peculiaridad climática, de suelo y de comportamiento de la viña que hayamos tenido durante esa  añada queda envasada en ese habla Nº y nunca más se repetirá, porque es como beberte ese año.

Respecto a los premios, Habla del Silencio ha sido premiado por segundo año consecutivo como mejor vino de España por la Asociación de Prensa y Escritores del Vino (AEPEV). Al final queda dentro de su categoría como el más puntuado en la categoría de vinos tintos de primer y segundo año, aunque el año pasado fue el resultado fue aún mejor, ya que fue el vino más votado en todas las categorías. Este es un 2014 y es un coupage de syrach, cavernet y tempranillo que realmente ha sido reconocido otra vez como mejor vino de España por esta peculiaridad. En este caso sí que repetimos  el formato de que sea un copuage de syrach, cavernet y tempranillo. aunque cambie el porcentaje según la añada, pero sí que es verdad que es un vino reconocido y actualmente nuestra bandera de demanda. 
    Por su parte, Habla de Ti ha recibido también el premio de mejor blanco de España en su categoría. Es un blanco monovarietal de sauvignon blanc que tiene ocho meses de crianza sobre lías, que está gustando muchísimo porque con el hemos llegado a un público que no hace falta que sea demasiado entendedor para que pueda disfrutar del vino. 
    
El Champagne Moses, ha sido un salto importante para la bodega, como ha respondido en la campaña navideña?

Es un producto exclusivo, hemos adquirido en Francia una hectárea y media en La Cote de Blancs, en un pueblo llamado Thierry, y ahí hemos elaborado unas 3.000 botellas de la añada 2011. Era la forma de aparecer en el mercado reivindicando un producto que ya no se llama Habla pero sí está hecho por nosotros y ademas responde al concepto de que queremos  el mejor vino posible, sea en nuestra zona o en otra zona donde creemos que el producto puede ser el top. En este caso, un grandísimo espumoso del mundo como es el champagne. Es la aristocracia del vino.

Respecto a la campaña navideña, ha ido muy bien. Es un producto que ha aparecido en el mercado en octubre y debe quedar aproximadamente la tercera parte de su producción. Estamos realmente muy contentos porque realmente está funcionando muy bien. No es un producto para todo el mundo ni para todos los días, pero es verdad que poco a poco está triunfando, también basado en el excelente diseño que los asesores de la casa nos proporcionan.

El ultimo habla que nos han presentado es el Nº 14, ¿como lo definiría?
El Nº14 es una vez más un número par de un monovarietal de syrach, que es la uva que mejor se nos aclimata en el viñedo, y ya apareció en el mercado hace unas semanas.

El Nº 13 es una sorpresa que no hemos sacado todavía al mercado, lleva la misma botella del Habla Nº 1, que nunca habíamos vuelto a sacar y es un monovarietal de cavernet sauvignon, que no habíamos vuelto a hacer. En bodega ya lo tenemos y lo presentamos aquí, en el congreso Madrid Fusión, porque es un momento idóneo para darlo a conocer a nuestros clientes, a nuestros preescriptores, porque cada vez demandan con más ansia las novedades. Pero es verdad que al vino hay que darle su tranquilidad, su paciencia. Es toda una sorpresa, un cavernet sauvignon diferente, como lo somos nosotros. Buscamos un producto delicioso, en este caso es un monovarietal del año 2012 y está espectacular. 

Por último,¿cual es el mejor maridaje para sus vinos?
Creo que como el vino es placer y disfrute, con buena compañía. Para mí el mejor vino es aquel que acompaña un buen momento. Es verdad que el syrach va muy bien con un atún rojo; es verdad que el Nº11, que es un petit verdot, con tempranillo y cavernet va muy bien con un buen chuletón; es bien sabido que el Habla del Silencio va muy bien con un buen plato de jamón ibérico de bellota, si es extremeño mejor, y es bien sabido que el vino blanco puede acompañar perfectamente todo tipo de mariscos y pescados... Pero lo prefiero asociar con un buen momento, porque evoca algo más de la parte placentera que tiene que tener todo vino bien hecho.