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La reducción de la biodiversidad agrícola amenaza la seguridad alimentaria y los hábitos de vida saludable

Expertos nacionales e internacionales participaron en el II Curso de Verano de la Fundación Iberoamericana de Nutrición, celebrado en Granada

La reducción de la biodiversidad agrícola impacta en la salud puesto que uniformiza la dieta y provoca un déficit de micronutrientes, lo que incrementa la aparición de enfermedades cardiovasculares. “Sin diversidad biológica en el campo no hay diversidad en la mesa”, señaló el Prof. José Esquinas, quien ha desempeñado puestos directivos en la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) durante 30 años, en su participación en el Curso de Verano “Hábitos de vida saludable”, organizado por Fundación Iberoamericana de la Nutrición (FINUT), la Universidad de Granada y el Parque de las Ciencias de Andalucía-Granada con la colaboración de Coca-Cola España y el Instituto Mixto Universitario Deporte y Salud (IMUDS).

La uniformización de la dieta lleva a dietas menos saludables; hay una tendencia a una dieta globalizada y uniforme con el efecto en la salud de menos micronutrientes y más alimentos densos”, sostuvo el Dr. Esquinas.

En este sentido,  apuntó que la diversificación de cultivos agrícolas ayuda a mantener una buena salud y a promover hábitos de vida saludables. Como ejemplo del proceso de uniformización de nuestros cultivos y nuestra dieta, el experto en alimentación señaló que si bien el ser humano ha consumido entre 8 y 10 mil tipo de especies diferentes, hoy el cultivo comercial se sitúa en 150 especies. De este total, cuatro cultivos –trigo, arroz, maíz y patata- aportan el 60% de las calorías de la dieta humana.

Según datos de la FAO, en el siglo XX se perdieron más del 90% de las variedades tradicionales de los cultivos más importantes.

 

En opinión del Prof. Esquinas esta reducción de diversidad agrícola se convierte en “una amenaza porque al perderse la diversidad, se disminuye la capacidad de adaptación a las nuevas enfermedades y a los cambios impredecibles del medio ambiente” como ocurre en la actualidad con las repercusiones del cambio climático.

Promoción de hábitos de consumo responsable

La producción y la seguridad alimentaria dependen de la utilización y de la conservación de la biodiversidad agrícola y sus recursos genéticos. El especialista en alimentación destacó la importancia del consumo responsable de alimentos puesto que cerca de un tercio de los alimentos que se producen cada año en el mundo para el consumo humano, aproximadamente 1.300 millones de toneladas, se pierden o desperdician, de acuerdo a cifras de la FAO.

El problema, apuntó el experto, radica en el acceso desigual a los productos puesto que “hay alimentos suficientes para alimentar a un 60% más de la población mundial; los alimentos están pero no llegan a quien tiene hambre”.

Para el Prof. Esquinas, es imprescindible potenciar la diversidad biológica agrícola incluyendo incentivos para incrementar su conservación y uso sostenible y eliminar las barreras jurídicas que actúan en sentido inverso.

Impacto de la actividad física en los hábitos de vida saludable

En su intervención, el Dr. Michael Patt de la Universidad de Emory (Estados Unidos) se refirió a la importancia de la actividad física en los hábitos de vida saludable, lo que reduce entre un 1 y un 10% el presupuesto en gasto sanitario.

“El 13% de las muertes en España se atribuyen a la inactividad física, lo que cuesta 5 billones de euros al año”, explicó.

Para aumentar la actividad física, añadió el experto, se requieren políticas de apoyo en el sector sanitario, gubernamental, medioambiental, educación y en transporte, así como programas específicos enfocados a niños, familias y  a adultos.