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HARVEY’S COCKTAIL BAR, ‘LEY SECA’ A GOLPE DE CÓCTELES, MÚSICA Y COMIDA AMERICANA EN LA CALLE FUENCARRAL


 La Ley Seca o la época de la Prohibición en Estados Unidos trajo consigo un submundo de inventivas y triquiñuelas para seguir vendiendo y consumiendo cualquier tipo de alcohol vetado. Así nacieron los speakeasy, establecimientos en los que había que ‘hablar bajo, con cuidado’, para que el gobierno no se enterara de que allí había bebida de contrabando. En 1.932 se abolió esta ley, pero la estética de este tipo de locales clandestinos perduró y marcó el estilo de la época dorada de Hollywood, que hoy se puede revivir en pleno barrio de Chueca. Harvey’s Cocktail Bar (Fuencarral, 70, Madrid. Tel. 910 81 78 25 www.facebook.com/Harveys-Cocktail-bar-Madrid) es un viaje al pasado, un local vintage que envuelve, atrapa y hace olvidar que realmente estamos en el centro de Madrid. Su nombre es también un homenaje al cine, concretamente al conejo gigante que acompañaba a James Stewart en su imaginación en la película El invisible Harvey, y que en este local aparece retratado junto a Eduardo Gutiérrez, dueño del local, un enamorado de la época y la cultura estadounidense, y que después de muchos años tras las barras de aquel país, quiso traer su sueño americano a España. Lo empezó con In Dreams hace 6 años, adornándolo con piezas de coleccionista que fue recopilando en su aventura, y lo continuó con este Harvey’s, que acaba de celebrar su tercer aniversario.

 

Para definir este local tan auténtico hay que estar, vivirlo, y de ahí cada persona tendrá una impresión: para unos será una coctelería con comida, para otros un restaurante con música americana, y para otros un local donde disfrutar de joyas musicales en el que además se puede tomar una copa o unos Huevos rancheros… Y ninguno estará equivocado, porque el 50% de Harvey’s es la genial banda sonora que acompaña, elegida por el propio Eduardo, y la otra mitad sus apetecibles cartas: la líquida, con 12 cócteles de autor como el refrescante El invisible, servido en el clásico vaso de julep, con vodka, lima, Drambuie, marrasquino y jengibre, o For the good times, muy solicitado entre la clientela femenina, hecho con mezcla de rones, té verde aromatizado, agua de azahar y zumo de limón. También tienen una amplia selección de los clásicos con bases de ginebra, vodka, tequila, brandy ¡y ahora también con jerez!, además de la posibilidad de pedir cualquiera fuera de carta dada la formación de todos los camareros como barman. En cuanto a la opción sólida, no faltan los básicos americanos llenos de contrastes multiculturales.

 

Son famosos sus dos platos de Nueva Orleans, los Tomates verdes fritos macerados en cerveza, rebozados con harina de trigo y maíz con salsa remoulade, y el Jambalaya, así como otros platos donde se combina la habilidad coctelera con la comida, como el Ceviche al daiquiri de jengibre, o la Crema de melón al vermut. Para el verano tienen una sección más fresca con ensaladas, pastas, quesadillas, sándwiches -como el típico de pastrami, muy tradicional allí y poco visto en España-, wraps, carnes, y los imprescindibles que apetecen en cualquier época del año: perritos y hamburguesas. Destacan el Phily Cheesesteak, un icono de los años 30 en Filadelfia, hecho con tiras de carne de ternera, cebolla y quesos fundidos o la Chili Burger, con carne de buey gallega, queso cheddar, salsa de chili con carne y pan artesano. Tienen una hamburguesa vegetariana y pan de celíacos para tomar la mayoría de estas hamburguesas en su versión sin gluten con sus crujientes patatas de guarnición.

 

Harvey’s Cocktail Bar (www.facebook.com/Harveys-Cocktail-bar-Madrid) tiene capacidad para 50 personas sentadas en sus típicas mesas de dinner con bancos de cuero burdeos a juego con los cortinones que adornan las paredes, y otras 14 más en la barra. El precio medio es de 24 € con cóctel (unos 16 € sin cóctel, ya que todos cuestan entre 8 y 9 €), aunque tienen menú de mediodía con primero, segundo, bebida y postre o café de lunes a viernes por 10,95 € con platos de carta y fuera de carta. Abren a las 11:00 horas, -fines de semana a las 12:00-, para ofrecer su amplia variedad de desayunos, y cierran a las 02:30 horas. Por las tardes, nadie puede perderse su Tarta de calabaza casera o el Louisiana Pudding con salsa de bourbon.