El objetivo es transmitir la filosofía de la “Carne de la Felicidad” basada en la premisa “animales felices consiguen clientes felices”.
La Finca y El Corte Inglés ponen en marcha un nuevo concepto de venta al público. Son los “espacios La Finca”, una innovadora forma de relacionarse con el cliente en una mezcla de autoservicio y atención personalizada. Los centros elegidos para la puesta en marcha son el de Serrano (Serrano, 47) y el de Princesa (Princesa, 41).
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La idea es trasladar al consumidor la experiencia de La Finca explicando el origen y filosofía de crianza del producto en un espacio diseñado de forma atractiva y moderna, acorde con el estilo de la marca. Para ello, la presencia de una persona que atiende en exclusividad en los momentos de mayor afluencia es la clave que trasciende la sensación de cercanía y confianza que se corresponde con “la carne de la felicidad”.
Los clientes de El Corte Inglés tendrán así un alimento de máxima calidad que se distingue por ser un producto de proximidad. De esta manera, La Finca se asegura que el producto llega al consumidor tal y como sale de sus instalaciones. Son alimentos recién preparados y servidos en el día, con todas sus propiedades naturales y a un precio muy asequible gracias a la eliminación de intermediarios.
Desde sus primeros pasos en Castellana, Sanchinarro, Pozuelo y Goya los productos de los hermanos Jiménez Barbero han tenido cada vez mayor presencia hasta llegar a día de hoy, momento en el que con tienda propia o córner, se sirven sus productos en todos los centros de El Corte Inglés de Madrid.
Peculiaridades de La Finca
En La Finca se cuida con especial mimo todo el proceso productivo, desde el nacimiento del animal hasta que la carne llega al plato del consumidor. Todas estas razones y la climatología de la zona hacen que este producto ofrezca propiedades organolépticas únicas. Y todo esto se une a la oferta de calidad ya existente en los supermercados de El Corte Inglés.
El saber hacer y el sentido común de sus impulsores se traduce en un riguroso control de calidad. En La Finca no importa el tiempo ni el esfuerzo si no la satisfacción propia y la del cliente ante un trabajo bien hecho. En este sentido, la experiencia de David como nutricionista hace posible que estos animales disfruten de un bienestar y una alimentación superior a los demás, lo que redunda en su felicidad y, de ahí, en la del consumidor.
El amor al trabajo, unido a la vocación familiar que caracteriza a los hermanos Jiménez Barbero, les ha llevado a crear este espacio único en el mundo: La Finca. Una explotación de vacuno sostenible y responsable cuyo objetivo es obtener un producto saludable y de máxima calidad.