Al día

Setenta pasajeros inconscientes de su destino aterrizan en Tánger para descubrir los secretos sensoriales de la vanguardista ginebra inglesa


Cuello recto esculpido y cuadrícula en relieve, solemne como un maniquí de Savile Row, la botella de Brockmans Gin ha sido la gran anfitriona de la noche más larga del otoño. 

El evento del año para una comunidad en crecimiento constante de sibaritas embrujados por las notas intensamente suaves de una ginebra que ocupa un lugar especial en las  jerarquías de los destilados Premium. 

Una noche de esmoquin y botas de desierto que han visto 70 pasajeros inconscientes de su destino aterrizar al borde del mar para seguir su viaje en camello hasta las puertas del Hotel Brockmans, un Gentlemen’s Club lejano de la jurisdicción de su Majestad.
La historia del Gin Tonic lleva el exotismo marcado en su alma y Tánger era el teatro ideal donde los cinco sentidos pudieran abandonarse al ejercicio de la más sofisticada percepción sensorial.

Brockmans ha celebrado en un Hotel de lujo y encanto incomparable una Sensorial Gin Master Class confiriendo a su cata la capacidad de escenificar la historia de su creación y su sabor único a través de unas experiencias sensoriales inolvidables.  El ritmo hipnótico de una clase de percusión ha ofrecido una visión emocionante y  alternativa del equilibrio y la armonía de un destilado inigualable apelando al placer auditivo. 

Una noche entre el mar y el desierto como recorrido por metáforas al origen de un aroma cuya perfección es el resultado de una mezcla de botánicos  cuidadosamente seleccionados de diferentes lugares del mundo.  

A dar inicio a esta velada enmarcada en un trasfondo donde la belleza salvaje de las puertas de África ha cobrado su protagonismo han sido Jesús Bernad, enólogo de profesión y erudito de olores y sabores por vocación, Robert P. McArdle, Country Manager en España y Bob Fowkes, uno de los fundadores de Brockmans Gin, que han ilustrado el alto valor artesanal del trabajo de un maestro destilador, que convierte y cristaliza la materia prima de los botánicos en un sabor intensamente suave como una seda de tacto exquisito, sello inconfundible de Brockmans.

A continuación, después de probar un Perfect Serve, (tónica, pomelo rosa y arándanos azules) la fórmula que mejor preserva el equilibrio original deseado por los creadores, un acto gastronómico bajo las estrellas ha sido el vehículo privilegiado para desatar en el paladar toda la complejidad de Brockmans y mediante una serie de experiencias temáticas se han resaltado y descompuesto una tras una, todas las notas y los aromas de un destilado único.

Un grupo que fusiona ritmos irresistibles con sonidos exóticos seguido por un DJ ha acompañado a los invitados hasta que la noche se disolviera en el amanecer de Tánger, aquella sala de espera entre conexiones, según la definición de Paul Bowles, que ha homenajeado el sofisticado hedonismo que desprende una copa de balón de una forma que nadie olvidará.

 

Evento: Live A night Like No Other.
Cuándo: 21/22 de octubre.
Dónde: Tánger.
Cómo: Brockmans ha celebrado una Sensorial Gin Master Class y una cena delante del mar para setenta invitados procedentes de toda España.
Curiosidades: Ninguno de los setenta pasajeros del vuelo hacia Marruecos conocía el destino.