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El Remedio, de bello re-estreno


Tras el cierre invernal, los días largos y llenos de luz han irrumpido en este precioso restaurante cántabro que reabre sus puertas con propuestas gastronómicas tan sugerentes como la  Vieira con patata violeta y huevas de salmón rojo salvaje.

Su cálida y serena atmósfera unida a su maravillosa ubicación  -se sitúa junto a una bucólica ermita del siglo XIX al pie de los acantilados- lo convierten, sin  lugar a dudas, en un lugar mágico.

La belleza atemporal y armónica de El Remedio (Ermita del Remedio. Ruiloba. Cantabria. 942 10 78 13) se hace todavía más visible ahora que los días son más largos y llenos de luz. Y no solo por su serena y cálida atmósfera que se une a una privilegiada ubicación, sino porque sus nuevas propuestas gastronómicas son todo un espectáculo. El chef (y propietario) Samuel Fernández, consciente de que el producto es la base de su cocina  continúa apostando por la materia prima de la zona.

Y demuestra su compromiso con la ganadería local asociándose con Ibio Limousin -sus lechazos y vacas criadas en los alrededores viven en las mejores condiciones, imprescindible para que alcancen su máximo potencial-. Es tan solo una muestra de su amor por el territorio que le rodea y los sabores de toda la vida, esos que han hecho de su cocina de proximidad (parte del mérito es de su magnífico segundo de cocina, Óscar Lebaniegos) una de las más aplaudidas del lugar.

Entre las nuevas incorporaciones a la singular carta se encuentran recetas tan sugerentes como los Spaguetti con ajo, guindilla y erizos; la Pechuga de pato, trigo y melaza; la Vieira con patata violeta y huevas de salmón rojo salvaje o la Albóndiga de vaca y tocineta con tomate. Sin olvidar algunos platos inolvidables, que se mantienen por petición expresa de los comensales: es el caso de la Cebolla rellena de lechazo de Ibio. Y, por supuesto, postres exquisitos, elaborados de forma impecable por Jesús Gómez, como la Tarta tibia de avellanas con café y cacao.

Probablemente una de las claves del éxito de este precioso restaurante (se ubica junto a una ermita del siglo XIX y a los pies de los acantilados del mar Cantábrico) sea su carácter familiar, su increíble poder para hacer sentir a la clientela como en casa. Cristina Pérez, madre de Samuel, pone infinito cariño en lo que hace, y está presente en todo momento.

Ella recoge flores cada día para adornar las mesas, y se ocupa de cada detalle con toda la ilusión del mundo. La remodelación del espacio ha sido idea suya, por supuesto (“yo no me habría metido en esto si no llega a ser por ella”, confiesa Samuel entre risas). De esta forma, la característica atmósfera del restaurante, es más especial si cabe.

Las sobremesas se alargan como por arte de magia, claro, aunque todo apunta a un delicioso “culpable”: el Limón de Ruiloba, un licor artesanal elaborado por el chef cántabro con los limones de la zona, cuyo aroma es único en el mundo. Final redondo para una experiencia única; pura belleza comestible.

El Remedio tiene capacidad para 60 comensales. El precio medio es de 40€. Horario: martes-domingo de 13 a 16h; jueves, viernes y sábados también de 20,00 a 22,30 h. Cierra los lunes y las noches de domingo a miércoles.

Samuel Fernández está sumergido en diversos proyectos aparte de su preciado restaurante, y uno de ellos le ilusiona especialmente: dentro de poco abrirá la primera churrería de Roma (en el Campo dei Fiori) junto con Miguel Ángel Villoria, y no podíamos dejar de mencionarlo. ¡Que la suerte le acompañe!