Campofrío presentó el pasado viernes el anteproyecto de su nueva fábrica tras el incendio ocurrido el pasado 16 de noviembre de 2014 en la fábrica de La Bureba. La compañía cumple así su compromiso con la provincia de Burgos y con sus empleados de construir una nueva planta en la localidad en tiempo record para poder estar operativa a finales de 2016.
La presentación, que tuvo lugar en el Hotel Puerta de Burgos, fue conducida por Fernando Valdés, CEO de Campofrío Food Group e Ignacio González, CEO de Campofrío. Previo a la presentación pública, los responsables se reunieron con el Comité de Empresa para mantenerles informados en primer lugar, como se había comprometido la compañía.
Como parte del compromiso de Campofrío con la provincia, el proyecto se desarrollará íntegramente en Burgos. La nueva fábrica se levantará en la misma localización de la anterior planta en La Bureba.
La nueva fábrica, que tendrá una extensión de 78.000 metros cuadrados, contará con cuatro zonas principales: recepción de materias primas y control de calidad, productos cocidos, productos curados y una zona independiente para la actividad de loncheado y expediciones. Se estima que la nueva planta tendrá una capacidad productiva de 100.000 toneladas y durante el 2017 se prevé obtener una producción de 86,2 miles de toneladas de jamón cocido, ave, fiambres y embutidos.
La compañía ha señalado que la nueva planta buscará el máximo empleo de la superficie productiva, la mayor eficacia en todos los procesos y una gestión avanzada de energía y mantenimiento; seguirá además unos rigurosos controles de calidad y máxima trazabilidad a través de exhaustivos controles, de la monitorización en tiempo real y de su centro tecnológico; instalará medidas rigurosas de control del riesgo y la seguridad así como de las condiciones y estándares de trabajo óptimo; y realizará un despliegue completo del programa Lean de la compañía.
Además, mantendrá el foco en la actividad sostenible de la planta a través de la gestión de la energía, control de la huella de carbono, reducción y tratamiento de residuos, empleo de materiales de construcción de bajo nivel energético y empleo de la luz natural. Para todo ello se realizará una inversión hasta 2017 por valor de 215 millones de euros.
La presentación del anteproyecto de la nueva fábrica es clave en el compromiso que ha mostrado la compañía desde el primer momento del incidente en la fábrica de La Bureba por volver a la normalidad lo antes posible. Durante este tiempo, los esfuerzos de la compañía se han focalizado en garantizar en primer lugar la seguridad, en atender a los empleados, clientes y consumidores, en buscar el apoyo necesario para garantizar el éxito del proyecto y en recuperar la capacidad de producción, la cual se ha recuperado prácticamente en su totalidad.
Como señalaba Fernando Valdés, CEO de Campofrío Food Group, “desde el primer momento, Campofrío comenzó a tomar las medidas necesarias con el objetivo de que el impacto de la falta de producción y abastecimiento fuese el mínimo posible, sin embargo, si no hubiese sido por el enorme apoyo recibido por nuestros empleados, por las instituciones, por las empresas privadas y por la sociedad en general, no hubiese sido posible sacar este proyecto adelante y esto es algo por lo que estaremos eternamente agradecidos”.
Por último, la compañía reiteraba su compromiso con el mantenimiento del empleo y su plena disposición para apoyar a los empleados que se han visto afectados. Así, hasta la fecha se han recolocado hasta 179 empleados en otras fábricas del Grupo.
En palabras de Ignacio González, CEO de Campofrío España: “Nuestra principal preocupación desde el primer momento han sido las personas y seguirá siendo así. Desde Campofrío, mantenemos intacto nuestro compromiso con el mantenimiento de empleo como se garantiza en el acuerdo firmado con el Comité de Empresa el pasado 11 de diciembre”.